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Claman justicia

Superiberia

Córdoba.- “Señor Gobernador y autoridades competentes, necesitamos médicos especialistas y medicinas”, se leía en una cartulina rosa, mientras familiares acompañaban el cuerpo sin vida de Verónica Arriaga, de 25 años de edad.

La joven falleció después de cuatro días de espera a ser valorada por un médico especialista en Neurocirugía.

Verónica, recién había egresado de la carrera de Criminología y Criminalística en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV). El sábado 31 de marzo ingresó de urgencia al Hospital General de Córdoba, que de acuerdo con sus familiares la prioridad en esos momentos era atender a los lesionados del motín de La Toma.

El primer pronóstico fue una muerte cerebral, mismo que no fue diagnosticado por un especialista -fue puesto en duda ante la presencia de pequeños movimientos en la paciente-.

Tanto el personal como la Dirección del nosocomio pidieron a la familia esperar hasta el lunes 2 de abril, cuando supuestamente se presentaría el médico requerido. Fue por compasión de un trabajador del mismo Hospital como se enteraron que el especialista no se presentaría, ya que se encontraba de vacaciones.

El lunes por la mañana y tras haber ingresado a un médico privado para la valoración de Verónica, se logró canalizarla al Hospital Regional de Veracruz, después de siete horas de espera, minutos antes de las 20:00 horas comenzó a recibir atención del personal en turno. Ahí se le diagnosticó oficialmente la muerte cerebral.

QUERÍAN SUS

ÓRGANOS

Ante las condiciones de la joven, familiares aseguran que no se les respetó en su dolor, ya que de inmediato personal del propio Hospital insistía en la autorización para la donación de todos los órganos de Verónica.

     Por el hecho, se presentó una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos(CEDH). Hasta el día de ayer, la familia de Verónica pudo dar cristiana sepultura a su cuerpo. Aunque aún se analiza la presentación de la denuncia penal en contra de quien resulte responsable por la presunta negligencia médica por falta de atención. Los familiares y amigos de la joven claman justicia y demandan al Estado garantice el acceso a los Servicios de Salud de todos los ciudadanos que carecen de la prestación.

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