AGENCIA
Puebla, Pue.- El consultorio de Marilyn Cote, señalada por ejercer como psiquiatra sin contar con las credenciales legales necesarias, fue clausurado de manera definitiva por la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (DPRIS). Así lo confirmó este lunes Araceli Soria Córdoba, secretaria de Salud de Puebla.
La clausura, llevada a cabo en la Torre Médica II de Hospitales Mac Puebla, es resultado de una investigación iniciada el 7 de noviembre. Según informó *Milenio*, las autoridades detectaron que Cote no tenía permiso de funcionamiento, licencia sanitaria, título profesional ni cédula, requisitos indispensables para practicar la medicina.
El caso tomó relevancia tras denuncias realizadas en redes sociales por el perfil “CharlatanedMed”, en la plataforma X, donde se señaló que Marilyn Cote poseía estudios en Derecho, Criminalística y Psicología, pero carecía de formación en Medicina o Psiquiatría. Además, se reveló que utilizaba cédulas profesionales falsas para emitir recetas médicas.
Ante esta situación, la DPRIS realizó una verificación en su consultorio, encontrando documentos que aparentemente fueron falsificados. Pese a un plazo otorgado hasta el 14 de noviembre para presentar documentos válidos, Cote no acudió ante las autoridades, y su paradero actual es desconocido.
Hasta la fecha, cinco personas han interpuesto denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE), que investiga los posibles delitos de usurpación de profesión, falsificación de documentos y daño a la salud.
El Código Penal de Puebla establece que la usurpación de profesión puede ser sancionada con penas de dos meses a dos años de prisión, además de multas. Si el delito incluye servicios de salud mental sin registro ante la CONADIC, las penas pueden aumentar hasta cuatro años de prisión y mayores sanciones económicas.
El fiscal Gilberto Higuera Bernal destacó que las investigaciones también abarcan las consecuencias para la salud de los pacientes que recibieron atención de Cote. Asimismo, señaló la importancia de reforzar la supervisión en el sector salud para prevenir casos similares en el futuro.
Este caso subraya la necesidad de garantizar que los profesionales de la salud cumplan con los estándares legales y éticos para proteger la seguridad de los pacientes.