Orizaba.- Un simulacro de conato de incendio, de la guardería “Manitas que Trabajan”, se realizó ayer, en donde bebés y niños que se encontraban en el alojamiento, fueron retirados del inmueble en fracción de minutos en medio de cantos para evitar se asustaran.
Dicho simulacro inició a las 10:00 horas, al sonar la alarma de incendios en la bodega de la guardería ubicada en Oriente 4, número 1780, casi esquina de Sur 35, en donde lograron retirar a los niños en el tiempo marcado.
Las más de 41 personas que laboran en dicha guardería, comenzaron a desalojar el inmueble e iniciaron con los casi recién nacidos, quienes en sus “portabebés” fueron retirados del interior de la sala de cunas.
Así como siguieron con los niños, que apenas empiezan a caminar y otros de mayor edad, los cuales como fueron evacuando el inmueble, los formaron sobre la banqueta, mientras que otros empleados cerraban la calle con señalamientos para evitar el tránsito de los vehículos y provocar un accidente.
Al presentarse la contingencia, el personal y la directora María de Lourdes Zarina Barojas, siempre se mantuvieron cantando para infundirles confianza a los niños y no caer en pánico.
En total, los 131 niños se encontraron a salvo cuando llegaron los paramédicos de la Cruz Roja, así como de Protección Civil, quienes investigaron el simulacro de un conato de incendio y apoyaron esta labor.
Una vez que fue controlada la contingencia, la calma volvió y los niños, así como los bebés, reingresaron a la guardería “Manitas que Trabajan”, en donde es el primer simulacro que realizan este año.
Óscar Jiménez Carrasco
EL BUEN TONO
