


De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Una vez más, la administración municipal de Orizaba, encabezada por Juan Manuel Diez Francos, está en el centro de la polémica, tras el derribo de un árbol de más de 20 años de antigüedad, en la intersección de Oriente 6 y Sur 9.
La acción, denunciada como ecocidio por ciudadanos y colectivos ambientalistas, se realizó bajo el argumento de la remodelación de banquetas sobre la calle Real.
El ejemplar, en perfecto estado, fue talado sin la realización de un estudio de impacto ambiental, como lo exige la normatividad vigente. Con esto no sólo se atenta contra el patrimonio natural, sino que se evidencia el nulo compromiso del gobierno local con la Agenda 2030 de la ONU, que promueve a las ciudades sostenibles, resilientes y ambientalmente responsables.
Esta no es la primera vez que una obra pública impulsada por la administración culmina con la eliminación de árboles y palmeras.
En distintas zonas del Centro Histórico, los vestigios de raíces son los únicos testigos de la vegetación que fue sustituida por planchas de concreto.
Diversos estudios científicos han documentado que los árboles en zonas urbanas son esenciales para mitigar los efectos del cambio climático, regular la temperatura, así como capturar contaminantes, mejorar la salud mental de la población y fortalecer los ecosistemas locales. Su eliminación sistemática no sólo vulnera el entorno, también compromete la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras.


