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COMPARECENCIAS

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  /  columnista

El viernes y sábado pasados se realizaron las primeras  comparecencias de secretarios de despacho en el Congreso Local, como parte de la glosa del Informe presentado por el Gobernador, el miércoles precedente. Dos son de destacar y fueron las de los titulares de las secretarías de Finanzas y Planeación (Sefiplan) y Seguridad Pública, Guillermo Moreno Chazzarini y Jaime Téllez Marié, respectivamente.

Ambos tienen a su cargo dependencias que manejan los asuntos más delicados de la actual Administración: el dinero y el combate a la delincuencia. En ninguno de los dos asuntos hay datos festivos, aunque eso no significa que no se haya trabajado para recomponer el desastre que dejaron doce años de fidelidad. La delincuencia desatada y el saqueo financiero son las herencias más envenadas del innombrable y su sucesor, Javier Duarte, que hoy tienen postrada a la Entidad.

Moreno Chazzarini, el segundo Secretario de Finanzas de la nueva Administración -sustituyó a Clementina Guerrero, quien estuvo al frente de la Sefiplan hasta el mes de julio-, confirmó ante los legisladores las cifras del latrocinio. Tan solo en el último sexenio, el encabezado por Duarte de Ochoa, del 2011 al 2016, hubo un daño patrimonial por 75 mil millones de pesos.

Es decir, durante los seis años precedentes, cada vez que Duarte respiraba, se llevaba decenas de millones al bolsillo, para ilustrarlo de  forma coloquial. Fue una ‘orgía’ hecha con el dinero ajeno, el de los veracruzanos. Por esa afectación, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tiene abiertas denuncias por 34 mil millones de pesos, dijo el funcionario, mientras que a nivel local hay querella por 38 mil millones de pesos.

Y el camino es largo para poder recuperar el dinero robado y castigar a los ladrones pues el reloj de la justicia avanza lentamente por la misma inercia burocrática y también por conveniencia política. Sin embargo, lo que nadie puede regatear es que hay denuncias presentadas y algunos -no los suficientes, por supuesto-, exfuncionarios encarcelados, otros que ya son buscados por las instancias ministeriales y otros más que figuran en expedientes judiciales, aunque gocen de fuero constitucional, como los diputados federales que fueron integrantes del Gabinete de Duarte de Ochoa.

El daño por la expoliación financiera alcanza lo humanitario porque se robaron lo que estaba destinado a todas las políticas públicas, incluidas las vitales como salud, educación, combate a la pobreza y apoyo al campo. Muchos criticaron que en la comparecencia de Moreno Chazzarini se culpó al pasado para justificar el presente, pero no hay otra forma de entender la precariedad financiera actual sin ligarla al hurto que cometieron en el sexenio precedente.

En pocas palabras, no se pueden entender los apuros económicos actuales sin definirlos como una consecuencia del robo perpetrado en el pasado inmediato. Lo mismo es en el tema de la inseguridad pública que agobia a los veracruzanos y que se le reclama al actual Gobierno como una promesa incumplida. Esto hay que repetirlo constantemente, no como justificación utilitaria para el régimen actual sino para que los ciudadanos no se dejen engañar por quienes abogan por el olvido.

La delincuencia organizada se instaló en Veracruz con ayuda del innombrable, quien le vendió la plaza a un cártel del narcotráfico que financió su campaña electoral del 2004 -eso consta en expedientes judiciales de cortes norteamericanas- y el pacto hecho con el crimen fue sostenido por Duarte de Ochoa. Fueron doce años de ‘narco-gobierno’ y la secuela fue una ‘orgía de sangre’: miles de muertos y desaparecidos, y otros tantas víctimas que sobrevivieron, y toda la población bajo el terror.

Con ese antecedente, la falta del actual Gobernador fue la ligereza de expectativa. Decir que en seis meses estaría superada la contingencia en seguridad pública cuando la reacción de la mafia fue la obvia porque al no estar en el poder los pactistas y no tener a un Gobierno cómplice, elevaron su violencia, algo cíclico en toda coyuntura política, pero que se eleva aún más cuando los nuevos funcionarios se niegan a renovar esos acuerdos malvados.

Lo anterior no justifica, claro, las pifias cometidas por los actuales encargados de las áreas de Seguridad Pública y procuración de justicia, quienes son también los más cuestionados mediáticamente -y con razón-. El Gobernador los ha defendido, pero siguen cometiendo yerros. No es suficiente que Jaime Téllez Marié o Jorge Winckler trabajen de sol a sol, como se presume, si su trabajo es deficiente y su frivolidad supina.

Nadie debe negarse a la evaluación del desempeño y, por supuesto, a la sustitución de servidores públicos cuando el trabajo de los mismos no se acomode a las necesidades para enfrentar los problemas gigantescos en tales temas. Que se vayan si no funcionan, pues. Por lo otro, la tarea en seguridad pública no será fácil y va para largo, porque las alianzas de la fidelidad con el crimen organizado se arraigaron en todo el esquema público.

El dato irrebatible es que el actual Gobierno rompió los pactos con el crimen y está trabajando para restaurar el Estado de Derecho.

 Un tercer compareciente ante los diputados locales fue el secretario general de Gobierno, Rogelio Franco Castán, quien brilla por su grisura. Su estancia en la segunda oficina más importante de Palacio de Gobierno es cuota partidista ni meritoria, ni mucho menos por su capacidad. Ese sería otro de los personajes cuya sustitución podría resultar de provecho para el actual Gobierno, pues no hay que olvidar el consejo popular de que “mucho ayuda el que no estorba”.

 En fin, las primeras comparecencias de los secretarios de despacho han sido poco aprovechadas y así serán las demás, porque el formato es antiquísimo. Es el mismo que fue diseñado en la era priista a fin de proteger al compareciente y aburrir a los oyentes, cuando actualmente en los regímenes parlamentarios se pondera el debate y la interrogación sin rodeo, sin el disfraz del lenguaje oficial y oficioso.

 

SOLA, DOÑA MUERTE

Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, estuvo en Xalapa el fin de semana presentando un libro de su autoría, “Es la hora de México” en la universidad propiedad del fidelista Carlos García Méndez. “Doña Muerte” -referida así por los miles de muertos que dejó el sexenio de su marido- anda de gira para recolectar poco más de 800 mil firmas que le faciliten el registro como candidata “independiente” a la Presidencia de México.

 Pero la noticia no fue el libro ni las firmas en cuestión ni sus declaraciones en varios temas sino su soledad. No se cumplió el pronóstico de que habría una desbandada de militantes panistas luego de que ella renunció a su militancia en el blanquiazul. No se convulsionó el panismo local. Tampoco ningún militante o simpatizante de relevancia la acompañó en su visita a la capital veracruzana.

 Sólo hubo dos declaraciones de prensa de panistas que la aludieron. Una fue la diputada local, Cinthya Lobato, quien la propuso para ser la candidata del Frente Ciudadano por México -vaya ingenuidad- y el otro el diputado federal por Boca del Río, Francisco Gutiérrez de Velasco, considerado desde hace tiempo como el panista más fidelista de la Entidad.  Ninguno de los dos legisladores le acarrea votos a la señora Zavala ni firmas de apoyo ahora que se pretende vestir de “independiente”.  Es la soledad política.

 

LA MANADA

 ¿Se acuerdan de la banda de Los Porkys de Costa de Oro que agredieron sexualmente a una adolescente en enero de 2015? Pues ahora España tiene su propia versión de Los Porkys, un grupo de cinco jóvenes sevillanos en que las fiestas de San Fermín del año pasado, en julio del 2016, violaron sexualmente a una jovencita de 18 años en Pamplona. Además grabaron videos con sus teléfonos celulares para presumirlo con sus amigos.

 “Me cogen la mano y me dirigen dentro del portal. Yo pensaba que íbamos a fumar porros, pero me rodean y me desnudan. Entré en shock al verme rodeada y me sometí para que acabaran cuanto antes”, es la declaración de la joven, quien fue encontrada por policías en ese portal después de que terminó la orgia. En la prensa española hierve el caso porque el lunes pasado inició el juicio contra estos jóvenes en una corte de Navarra.

 Los cinco abusadores son apodados “La Manada” y sus abogados usan tácticas de defensa similares a las que utilizaron los defensores porteños en el caso de la otra manada, la de Los Porkys, pues quieren hacer pasar a la víctima como una ‘mujer fácil’ que aceptó tomar bebidas alcohólicas con ellos, seguir la juerga y sostener relaciones sexuales. Han usado fotos de las redes sociales para demostrar, según ellos, que la jovencita lleva su vida social con toda normalidad y no le afectó haber sido violada multitudinariamente.

 También los padres de “La Manada” -al igual que hicieron los de Los Porkys que defendieron hasta con mentiras a sus engendros- pagaron un detective privado para seguir a la chica, tomarle fotografías y videos, para demostrar ante el Juez que seguía viviendo como si nada, y continuaba yendo a fiestas, tal vez para repetir lo de Pamplona. Vaya, hasta el conservador periódico El País elevó su indignación por ese proceder en un artículo de opinión titulado “Por pu…”, en el que señala la misoginia no sólo por los perpetradores de la violación colectiva sino de su equipo de abogados, que pretende culpar a la jovencita de haberlos provocado.

“Dicen que son inocentes. Que tú consentiste. Que lo pasaste bomba, incluso. Pagan a un detective para que te siga y demuestre en el juicio que no eres una santa y que después del episodio estabas tan pancha. Lo que no dicen es que, de cinco tíos como cinco Torres del Oro, ni uno tuvo una neurona activa o una célula de humanidad para acabar con la orgía, aunque tú se la hubieras pedido, como insinúan, casi de rodillas. Pero, claro, ellos son hombres y tienen sus urgencias. Y tú eres muy suelta. Ya se ve en el informe del detective. Lo que te pasa, te pasa por algo. Por pu…”.

 Así, en todos lados se cuecen habas o mejor dicho en cada lugar tienen su manada de puercos. Por cierto, ¿qué ha sido de los dos Porkys de Veracruz que siguen fugados o en la impunidad, Jorge Cotaita y Gerardo Rodríguez? ¿A poco ya los dejó de buscar la Fiscalía estatal? ¿Y los otros Porkys de Boca del Río? ¿Y Los Porkys del Casino Español en Córdoba? Es urgente su castigo.

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Resumen Meteorológico 21 de Noviembre 2017

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