


De la redacción
El Buen Tono
RÍO BLANCO, VER.- Señalamientos de corrupción y favoritismo persisten en el Cetis 146 de Río Blanco, tras el regreso del exdirector Carlos Mendoza Murcia, cuestionado por su gestión anterior. Su reincorporación ha reactivado denuncias sobre tráfico de plazas, asignaciones irregulares y relaciones personales que, según trabajadores y padres de familia, afectan el funcionamiento del plantel. La Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), encabezada por Alejandro Ponce, ha sido señalada por algunos como permisiva ante estas prácticas.
Docentes y administrativos han denunciado presuntas irregularidades en la gestión de Lilia Valdivia Manzur, jefa administrativa, quien, de acuerdo con testimonios, habría favorecido a familiares para ocupar plazas. Asimismo, se mencionó a Daniela Velasco, hija de un exdelegado, señalada por su ingreso a la institución sin cumplir con los procesos normales de prelación. Estas situaciones reflejan, según la comunidad escolar, un patrón de favoritismo y privilegios dentro del plantel.
Entre las inconformidades de quienes denunciaron irregularidades se mencionaron nombres como Julio, Mayo, Javier Ara, Tania, Santiago, Ángel, Doris y Alfonso, personas vinculadas con la dirección que, según testimonios, habrían sido favorecidas por relaciones cercanas con la administración, desplazando a trabajadores con mayor experiencia. Algunos fueron trasladados al Cetis 142 tras conflictos internos, pero continúan relacionados con decisiones en el 146, de acuerdo con denuncias de personal. “El Pony” es citado por miembros de la comunidad como un ejemplo de estas dinámicas.

