


AGENCIA
Veracruz, Ver.- Lo que comenzó hace más de una década como un posible caso de mascotas liberadas se ha transformado en un problema ecológico para la zona conurbada de Veracruz, Boca del Río, Alvarado y Medellín de Bravo. Las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), una especie exótica originaria de Sudamérica, han proliferado en el área urbana, afectando a especies nativas y al equilibrio del ecosistema local.
El biólogo Fabián Ramírez Valencia, quien ha seguido el fenómeno desde sus inicios, explicó que en 2013 detectó los primeros ejemplares sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho, en Boca del Río. “Por ahí del 2013 empezó la población a hacerse notoria en la avenida Ruiz Cortines. Se cree que a alguien se le escaparon y, por su alta resistencia biológica, comenzaron a reproducirse rápidamente”, detalló.
Las cotorras destacan por su inteligencia, comportamiento en grupo y capacidad de construir nidos grandes en árboles urbanos con ramas secas y hojarasca. A diferencia de otras aves, pueden tener varias anidadas por temporada, lo que acelera su expansión en zonas densamente pobladas.
“Son muy inteligentes y atacan en parvada. Eso les da ventaja sobre otras especies”, advirtió Ramírez, señalando que especies locales como el perico azteca han sido desplazadas por las cotorras, que no tienen depredadores naturales en la región.
La presencia descontrolada de esta ave exótica, aunque a veces considerada simpática por los habitantes, representa un riesgo ecológico que debe ser atendido. Según especialistas, casos como este reflejan las consecuencias de liberar fauna exótica sin evaluar su impacto en el ecosistema local. Autoridades ambientales aún no han implementado un plan específico para controlar su población.

