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‘Coyotean’ en Museo a productores de café

Superiberia

Córdoba.- Las denuncias contra el Museo del Café se acumulan por las irregularidades que han salido a la luz pública en los últimos días. Ahora sale a flote que funcionarios municipales “coyotean” a los productores de los cafés de especialidad que están a la venta en el Museo.

De acuerdo con uno de los productores, cuya versión consta en audio y está en poder de este medio, pero que por miedo a represalias prefiere reservar su identidad, a ellos se les paga, en promedio, entre 81 y 91 pesos el kilo de café pergamino, mientras que en el Museo del Café se llega a vender hasta en 720 pesos.

De esta enorme ganancia que se obtiene por su “marca”, el productor no recibe ni un sólo centavo.

“A nosotros nos han ido capacitando poco a poco, sin embargo, sólo sabemos de la siembra del café, del cuidado de la mata del café y lo que tenga que ver con el campo, del tratamiento que le dan después (dentro del Museo del Café) no sabemos”, señaló.

Agregó que “a nosotros nos pagan dependiendo de la puntuación y calidad del café en pergamino, que puede variar de 81 puntos a 91 y por cada punto nos pagan un peso, sin embargo, para producir 55 kilos de café pergamino debemos utilizar alrededor de 250 kilos de café”. Sin embargo, lo grave del asunto es que los funcionarios del Museo actúan como verdaderos “coyotes”, pues a decir del productor, ellos les compran y revenden el café ya procesado, sin intervenir en el tostado y empaquetado de su producto. De las ganancias o utilidades de la venta de su producto no reciben absolutamente nada, a pesar de que en el Museo del Café sus productos llegan a costar más de nueve veces el valor que el Ayuntamiento les paga, utilizando su nombre y, supuestamente, su producto.

A todas las acusaciones que han hecho productores, consumidores y ciudadanos sobre la forma tan poco “transparente” con que el Ayuntamiento, el Museo del Café, el supuesto patronato que maneja el Museo y el Instituto Cordobés del Café, sólo se contestó con un desplegado en el periódico Coludido, donde se descalifica al ciudadano Alejandro Muguira, por supuestamente no poseer los conocimientos para determinar si el café que se vende es de calidad.

Sin embargo, el denunciante, si bien no es catador grado Q  CQI (Coffe Quality Institute) tal como se señaló por error en la nota publicada en este medio, sí es catador certificado por la SCA (Specialty Coffe Asociation). En esta compleja trama, donde se han utilizado recursos públicos, la buena fe de los productores y bajo sospecha de vender café de baja calidad, engañando a los consumidores, se encuentran involucrados el alcalde Tomás@elalcahuetedePortillayLavín, quien alcahuetea a su protegida Roxana González, coordinadora de Turismo y administradora del Museo del Café, y Toño Domínguez, miembro del Instituto Cordobés del Café, quien trabaja para el mismo sin cobrar un centavo, según él mismo presume. Sin embargo, este último ya se deslindó, a través de sus redes sociales, de lo que pasa con el café una vez que ingresa al Museo.

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