
De la Redacción
EL BUEN TONO
Región.- Bajo un manto de negligencia institucional y desidia, el municipio de Tomatlán enfrenta una crisis ambiental que amenaza con escalar a niveles irreversibles. Con pérdidas estimadas en 30 millones de pesos, más de 3 mil ciudadanos afectados y una deforestación descontrolada, la población clama por acciones contundentes mientras las autoridades parecen navegar en la inoperancia.
La única planta de tratamiento de aguas residuales del municipio, ubicada en la cabecera municipal, lleva años en desuso. Según el oficio RU/001/2025 firmado por la Regidora Única, Ana Ramírez Hernández, la infraestructura no cumple con los requisitos mínimos para operar.
La tala ilegal de árboles ha encendido las alarmas. Ciudadanos como Alan Heredia Ramos denuncian la destrucción de cerca de una hectárea en Tecama, mientras otros señalan la complicidad de autoridades locales: “Los chayoteros de Cosco le fueron a más de 4 hectáreas y nadie dijo nada”, reclama Eldius Cárdenas en Facebook. Aunque el Ayuntamiento promueve campañas como “Un árbol, una vida”, estas parecen insuficientes frente a la magnitud del problema.
Las multas ejemplares que piden vecinos como Sotero Reyes Galván brillan por su ausencia: en 2025, ni una sola sanción se ha registrado por contaminación o tala, según el director de Limpia Pública.
En 2023 y 2024, se recolectaron mil 260 toneladas de basura, pero la gestión sigue siendo precaria. Pese a programas como el “LlantaTrón” o la separación de orgánicos e inorgánicos, el camión compactador es la única unidad operativa, y el relleno sanitario recibe residuos sin un tratamiento integral.
Peor aún: la basura electrónica, 300 a 400 kilogramos en 2025, carece de un destino seguro, según respuestas oficiales. “No tenemos una cifra exacta en gastos”, admite Maximino Ramírez González, director de Limpia Pública, evidenciando opacidad en el uso de recursos.


