

De la Redacción
EL BUEN TONO
Orizaba.- La estrategia del alcalde morenista Ricardo Pérez García para conservar el poder en Río Blanco se “desmorona” entre candidaturas fracasadas, acuerdos opacos y una rebelión interna en el PRI. Su proyecto, que comenzó con el intento de imponer a su tesorero, “Pepe” Deyta, como candidato de Morena, hoy se sostiene con un hilo: El polémico respaldo del priísta Juan Enrique Hernández Cantero, quien declinó su candidatura para apoyar a Deyta. Sin embargo, lejos de consolidarse, la maniobra ha expuesto una red de deslealtades y ambiciones que podrían costarle caro al Alcalde.
Y es que el alcalde Ricardo Pérez García apostó por blindar su influencia designando a su cercano colaborador, “Pepe” Deyta, como candidato de Morena. Pero la jugada fracasó: Deyta, sin arraigo ni credibilidad, fue rechazado por los votantes, obligando al Alcalde a buscar un salvavidas en el PRI.
La solución fue Juan Enrique Hernández, quien sorpresivamente abandonó la contienda para respaldar a Deyta. Sin embargo, la “alianza” huele a desesperación, pues el PRI carece de fuerza real en la región, y Morena arrastra un candidato que solo representa los intereses del Alcalde en turno.
Al respecto, Carlos Moreno López, presidente de colonos, reveló el trasfondo del pacto, pues dijo que se conoció que el apoyo a Deyta se negoció a cambio de 14 puestos de elección, siendo está la segunda vez que Juan Enrique vende su candidatura, lo que además no sólo evidencia que en Río Blanco existe el trueque de cargos públicos por apoyo político, sino que destapa el historial de Juan Enrique Hernández Cantero como un operador dispuesto a cambiar de bandera según convenga.
