in ,

Crisis silenciosa: Solo 2 de cada 10 mexicanos pueden costear atención psicológica o psiquiátrica

PUBLICIDAD publicidad PUBLICIDAD

AGENCIA

Ciudad de México.- La salud mental en México enfrenta una crisis profunda y silenciosa. Solo 2 de cada 10 personas que requieren atención psicológica o psiquiátrica pueden pagarla, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mientras el resto se ve imposibilitado por barreras económicas, falta de acceso en el sistema público o simplemente opta por sobrellevar el sufrimiento sin ayuda profesional.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE 2021), más del 30 por ciento (%) de la población ha presentado síntomas de depresión, ansiedad o estrés severo en los últimos años, y la tendencia continúa en aumento desde la pandemia de Covid-19.

Terapia, un lujo fuera del alcance

Los costos son prohibitivos para millones de mexicanos. Una sesión con un psicólogo privado oscila entre 600 y mil 200 pesos, mientras que una consulta con un psiquiatra puede llegar hasta los 2 mil pesos, montos inalcanzables para quienes subsisten con el salario mínimo o menos.

“Las personas priorizan pagar la renta, la comida o las deudas. La salud mental sigue siendo vista como un lujo”, advierte la Red Mundial de Suicidología.

La misma organización reporta que el suicidio ya es la tercera causa de muerte entre jóvenes mexicanos, una estadística alarmante que pone en evidencia la urgencia del problema.

Sistema público colapsado e insuficiente

La alternativa pública tampoco ofrece una solución viable. México cuenta con menos de un psicólogo por cada 100 mil habitantes, una proporción muy por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un mínimo de cinco.

Además, los centros de salud mental del sector público enfrentan listas de espera de varios meses, falta de personal especializado, infraestructura obsoleta y una cobertura limitada en zonas rurales o marginadas.

La propia Secretaría de Salud ha reconocido en informes oficiales que el país padece una “grave deficiencia” en materia de personal, infraestructura y programas preventivos enfocados en salud mental.

Estigmas, desconocimiento y educación emocional ausente

El panorama se agrava con el estigma que persiste en torno a los trastornos mentales. Muchas personas temen ser juzgadas, incomprendidas o discriminadas, lo que las disuade de buscar apoyo profesional. La falta de educación emocional desde la infancia también contribuye a normalizar el sufrimiento, la violencia emocional y el maltrato psicológico, tanto en entornos familiares como laborales.

Urgen soluciones estructurales

Especialistas en salud mental y organizaciones civiles han llamado al gobierno federal a incluir los servicios psicológicos dentro del sistema de salud básico, subsidios para terapias, y campañas masivas de concientización para combatir el estigma social.

De no actuar pronto, advierten los expertos, la crisis de salud mental continuará creciendo en silencio, afectando a millones de mexicanos sin que se les brinde atención oportuna y digna.

CANAL OFICIAL PUBLICIDAD PUBLICIDAD

CO detrás del tr@fico il3gal de mercurio mexicano hacia Sudamérica para minería de oro: EIA

Crece fabricación de ‘autos monstruo’ en México: Ejército y GN incautan más unidades