Cristalizan su sueño

La feliz pareja de enamorados conformada por Jobo Lara Rivera y Jessica Remes Rodríguez unieron sus vidas ante la ley de Dios, el pasado fin de semana.

La elegante ceremonia religiosa se llevó a cabo en la iglesia de Santa María de Guadalupe La Concordia y esta fue decorada muy de acuerdo a la ocasión, pues cada uno de los detalles estuvieron muy bien cuidados por la feliz pareja de enamorados.

El galán orizabeño Jobo Lara Rivera arribó al recinto religioso en compañía de sus queridos padres, los apreciables Jobo Lara Faticati y Micaela Rivera de Lara; poco después la guapísima Jessica llegó acompañada por sus queridos padres, Rodolfo Remes y Aída Rodríguez de Remes; quienes se mostraron muy felices de ver cristalizado el sueño de sus hijos.

Distinguidas familias de Orizaba, Córdoba y de otras ciudades arribaron a este enlace matrimonial, los cuales fueron testigos del momento en el que Jéssica y Jobo realizaron sus votos matrimoniales y dieron el “Sí, acepto”, para luego recibir la bendición del Creador por parte del sacerdote que oficio la celebración religiosa en la que les habló de la importancia del matrimonio y de lo que este conlleva, ya que a partir de ese momento ellos estarían iniciando una nueva familia y esto los llenó de mucha  felicidad.

Cabe mencionar que los padrinos de velación de Jobo y Jessica fue la apreciable pareja formada por los distinguidos Restituto Lara Serna y Adriana de Lara, quienes no dudaron ni un momento en aceptar tan importante compromiso y esto se debe al gran cariño que le tienen a la ahora pareja de esposos.

Después de la celebración religiosa en un conocido salón de fiestas de esta ciudad se realizó la recepción de este importante acontecimiento en honor a Jessica y Jobo, el cual estuvo muy concurrido, pues se dieron cita familiares y amigos de las conocidas familias Lara Rivera y Remes              Rodríguez.

El salón estuvo decorado muy finamente con centros de mesa de las flores favoritas de Jessica, así como también de lo más colorido, ya que todo el lugar estuvo lleno de cascadas de luces, lo cual hacía parecer que se podían alcanzar las estrellas y tenerlas de lo más cerca, pues todo este colorido se reflejaba en las mesas que parecían espejos y todo esto les daba un toque de originalidad y romanticismo al evento, pues esa noche tenía que ser memorable y llena de felicidad para la pareja que lució muy feliz en todo momento.