


Orizaba.- La mejor forma de celebrar el Día del Niño de parte de los papás es dándoles atención, consideró el obispo Eduardo Cervantes Merino.
Indicó que la mejor manera es valorar la vida de aquel niño al que se le ve brincoteando en el preescolar o en la cuna, es ofrecerles amor, cariño, educación y la atención de ponerlos en la alegría de vivir, “porque la vida es un regalo de Dios y no cuidarla carece de sentido”.
Y cuando se refirió a que los padres de familia están llamados para querer y respetar a sus niños, citó el caso de los no nacidos, “hay situaciones en las que pensamos que el Día del Niño es para los que ya están entre nosotros, pero el bebé, el concebido merece respeto, cuidado y amor, además que todas las estructuras de la sociedad protejan su vida”.
Todas esas estructuras son la familia, la Iglesia pero también el Estado, que prevea todas las normas y leyes que permitan una vida digna en la defensa del no nacido.
A los niños directamente, el obispo les animó en este su día para tener la alegría de vivir, que disfruten su infancia, que sean felices, que conozcan a Dios y que desde pequeños sepan que están llamados a la vida y a la alegría.
Explicó que vivir es para saber que hay un Dios que los ama, una familia que los quiere y una comunidad humana en la que están llamados a desarrollarse con responsabilidades, con sus derechos pero también obligaciones y que hay una comunidad cristiana que les abre también los brazos para conocer a Dios y encontrar caminos de felicidad.
Es necesario dijo que disfruten su niñez, la escuela, la familia y la alegría de vivir con sus seres queridos.


