Orizaba.- El obispo de la Diócesis, Eduardo Cervantes Merino, dio la bendición a los organizadores de la Feria Expori 2015, empleados, sitios de trabajo y de diversión, rezó porque: “El evento es fiesta, alegría y gozo, pero se necesita ser más humanos, hermanos, sensibles a la alegría y el bienestar de la comunidad”.
Destacó que los beneficios van a ayudar a grupos más necesitados y afectados en su salud, como los enfermos de cáncer, lo que ya de sí es un sentido bastante humano, ahora viene la diversión, la convivencia, la fiesta con fraternidad donde impere ese sentido de Dios y de lo familiar, que encuentra entre los orizabeños que comienza a conocerlos y a tratarlos de cerca.
Acompañado del párroco de la Catedral, Antolín Bernardi y del diácono Miqueas Romero, dio la bendición a los presentes y a los sitios de trabajo.
Expresó que lo hecho por Dios es para la criatura humana, desarrollarla, disfrutarla, pero no para sobreexplotarla, así que la feria debe ayudar en torno a la hermosa naturaleza como regalo divino para aprovechar, cuidar y producir con entusiasmo todo lo que implica trabajo, esfuerzo y búsqueda de una vida digna.
Llamó a no vivir de la gloria del pasado y a no tener miedo para invertir en la medida de lo posible para subsistir, “que la feria ayude a estimular la creatividad de una gloria presente en el respeto de la naturaleza y que todos contribuyamos a un mejor desarrollo, en dignidad, respeto y armonía con la naturaleza”.
En compañía de los integrantes del Patronato de la Feria Expori entre los que destacó, Hugo Chahín Maluly y Michelle Fragoso Martínez, gerente de la feria, monseñor Eduardo Cervantes y el padre Antolín Bernardi, recorrieron el recinto ferial bendiciendo los stands de todos los participantes a quienes les deseo mucho éxito.
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