Córdoba.- En plena contingencia por la fiebre de chikungunya y el dengue, —situación que se salió de control ante la tibieza de las autoridades de salud que no implementaron las medidas de prevención necesarias—, en la Unidad Médica Familiar número 61 (UMF) los directivos decidieron tomar vacaciones y dejaron a su suerte a los derechohabientes.
Desde el fin de semana, pacientes han sufrido las anomalías que de por sí existen en esta clínica, pues han debido esperar hasta seis horas para poder ser atendidos, pese a ir con altas temperaturas provocadas por la chikungunya.
Ante las inconformidades, se buscó al director de la Clínica 61, José Alfredo Pimentel Colorado y a la subdirectora Dulce María Rodríguez, sin embargo, ninguno de los dos fueron encontrados, pues se fueron de vacaciones desde el viernes pasado, aprovechando el puente de las Fiestas Patrias.
Los pacientes exigieron al Instituto Mexicano del Seguro Social tomar cartas en el asunto, ya que son constantes las anomalías que hay en esta Clínica.
“Nosotros tenemos desde las cinco de la mañana esperando pasar, pero como no hay médicos y los pocos que están se encuentran atendiendo consultas, a nosotros nos dejan al final”, afirmó una mujer quien llevaba a un hijo enfermo.
Algunos pacientes prefirieron irse a consultorios particulares, pues tenían varias horas esperando la atención, sin embargo, pidieron la renuncia del director, a quien acusaron de ser una persona poco profesional. A penas el 30 de junio, las autoridades del IMSS entregaron un reconocimiento de certificación a esta unidad, mismo que fue criticado por los propios derechohabientes, pues aseguran que en ningún momento se está cumpliendo con los estándares de calidad y atención al paciente.