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Del pacto a la acción por México

Superiberia

A Felipe Calderón, por su valentía y profundo amor por México.

El 2 de diciembre fue un día significativo para nuestro país, seguramente será recordado por mucho tiempo. El presidente Enrique Peña Nieto y los dirigentes nacionales del PRI, PRD y PAN suscribieron, en el Castillo de Chapultepec, el Pacto por México. 

Se trata de un gran acuerdo nacional dividido en cinco temas prioritarios —derechos y libertades, crecimiento económico, seguridad, transparencia y gobernabilidad—, cada uno con propuestas específicas que suman 95 acciones. Además, cuenta con mecanismos necesarios para procesar acuerdos y presentar reformas que de ellos surjan para su aprobación en el Congreso. Más allá del contenido, que por sí sólo da alta relevancia al pacto, me referiré a su trascendencia para nuestra vida nacional. 

El pacto representa la voluntad que tienen los tres principales partidos políticos para trabajar en favor de México; deja de lado las divergencias, lo que durante años no ocurría y que contribuyó a dificultar las transformaciones que hoy demandan los ciudadanos. 

No obstante, también es cierto que puede existir escepticismo en algunos sectores. El comportamiento partidista y cortoplacista de la clase política ha contribuido a desconfiar de la política. De inmediato viene a la memoria lo sucedido con la reforma laboral, que demoró más de dos años en concretarse. 

Para que el pacto no sea carcomido por la desconfianza, es fundamental pasar de inmediato a la transformación de las propuestas en reformas y resultados tangibles. Sólo así los firmantes ganarán legitimidad social y ampliarán su impulso reformista. En consecuencia, el pacto ganará tal empuje que se entraría a un círculo virtuoso en el que la confianza será mayor que la incertidumbre y, con ello, los principales beneficiarios serán nuestra democracia y sus ciudadanos. 

Las primeras iniciativas que impulsará el PAN tienen que ver con elevar la calidad de la educación, frenar el endeudamiento de los estados y modernizar el sector de las telecomunicaciones. Leales a nuestros principios, en el PAN siempre hemos concebido el diálogo y los acuerdos como el mecanismo privilegiado para impulsar transformaciones. Desde la defensa de las libertades y de los derechos ciudadanos, seguiremos adelante con el proceso de consolidación democrática, sin dar espacio a los retrocesos ni oportunidad a quienes retan la vida institucional. 

Desde la fuerza que nos da ser demócratas de siempre, Acción Nacional seguirá conciliando las posiciones diversas para obtener acuerdos y reformas. Lo haremos, como siempre, con plena transparencia, promoviendo programas, indicadores y metas de lo alcanzado a fin de que sean los ciudadanos quienes evalúen a las fuerzas políticas sobre su desempeño en torno al acuerdo. 

El Pacto por México representa un punto de partida, no un punto de llegada. En él observamos el inicio de un proceso de construcción de acuerdos, que lleven a buen puerto las 95 acciones ahí plasmadas. Deseo que los resultados de este pacto sean duraderos y que tengan la contundencia suficiente para convertirse en políticas públicas de gran calado.

 

@jglezmorfin

Diputado federal por el PAN

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