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Denunciarán a Juan Martínez por mv3rt3 de joven en socavón

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De la Redacción
El Buen Tono

Córdoba.- El 29 de octubre de 2024, el joven Gino Paolo perdió la vida al caer en un socavón en el bulevar Tratados de Córdoba. Su muerte no fue producto del azar ni de una fatalidad imprevisible: fue consecuencia directa de la omisión, negligencia y la incapacidad de un gobierno municipal que ha demostrado, una y otra vez, que no sabe –o no quiere– ejercer su responsabilidad.
El vehículo en el que se trasladaba cayó en una trampa mortal que nunca debió existir. En el lugar de la obra no había barrera de seguridad, ni señalamientos preventivos. Tampoco había alumbrado público. Nada. Sólo abandono, como si la vida de los ciudadanos valiera menos que una promesa de campaña incumplida.
La tragedia de Gino Paolo es una muerte que carga directamente el alcalde Juan Martínez Flores. Su lentitud para agilizar obras, su indiferencia ante los riesgos y su falta de coordinación entre dependencias, son el verdadero trasfondo de este hecho. Bajo su gestión, el municipio ha sido víctima de la desidia institucionalizada.
Pero el alcalde no está solo en esta cadena de omisiones: Protección Civil, encabezada por Jorge Tress, también tiene cuentas pendientes con la justicia moral –y pronto también con la legal. Diversas voces ciudadanas ya han anunciado que presentarán denuncias formales por omisión de deberes y negligencia criminal. Su dependencia fue absolutamente incapaz de verificar que se cumpliera con las normas mínimas de seguridad en una zona evidentemente peligrosa. ¿Quién vigiló? ¿Quién autorizó? ¿Quién omitió? El silencio de esa oficina es tan escandaloso como su inacción.
Como si el drama no bastara, la obra donde ocurrió el accidente no sólo fue mal señalizada, sino que además tardó más de lo previsto en ser rehabilitada. A pesar de tratarse de una vía crucial, los trabajos de reparación avanzaron a paso de tortuga, prolongando los riesgos para peatones y automovilistas. Inicialmente, se había programado su conclusión para el 31 de diciembre de 2024, pero se aplazó para el 15 de enero de 2025, y posteriormente se estableció como fecha límite el 28 de febrero de 2025. A pesar de ello, la obra continuó sin concluirse en los plazos establecidos, afectando la movilidad de la ciudad y generando malestar entre los ciudadanos. Vecinos denunciaron que durante meses la zona permaneció abandonada y sin avances visibles. Las declaraciones oficiales hablaron de “problemas técnicos”, pero lo que hubo, en realidad, fue negligencia prolongada.
Estos retrasos y la falta de supervisión efectiva por parte de las autoridades municipales, incluyendo al alcalde Juan Martínez Flores y al director de Protección Civil, Jorge Tress, evidencian una cadena de omisiones y negligencias que culminaron en la tragedia de Gino Paolo. La falta de señalización adecuada, la ausencia de barreras de seguridad que impidieran que cualquier auto pudiera pasar y el alumbrado público inoperante en la zona del socavón son claros ejemplos de esta desidia institucionalizada.
A la fecha, ni una disculpa pública, ni responsables sancionados, ni una investigación seria. Lo único que hay es una lápida y una familia destrozada. Y un gobierno municipal que sigue actuando como si aquí no hubiera pasado nada. Pero las denuncias están en marcha, y la exigencia de justicia para Gino Paolo podría convertirse en el principio del fin para los responsables.

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