


ORIZABA.- Un estudio del comercio en Orizaba reveló que mensualmente hay una derrama económica de 45 a 50 millones de pesos y curiosamente el ambulantaje se adjudica la mitad de estas ganancias, por lo que pareciera que vale la pena arriesgarse a infringir la ley y desafiar a la autoridad.
La coordinadora de Mercados y Comercio informal, Angélica López Abad, dijo que desafortunadamente los autodenominados artesanos, que insisten en vender en sitios no permitidos, traen productos chinos y al igual que con la venta de alimentos, fácilmente obtienen ganancias de hasta 200 por ciento.
En Orizaba hay un promedio de cinco mil comerciantes en los cuatro zocos y aparte los ambulantes, éstos suman mil 200 y según las autoridades, entre ambos gremios hacen ventas al público cada mes por 45 ó 50 millones de pesos, explicó la encargada de ordenar el ambulantaje y supervisar la actividad de los mercados.
Dependiendo del giro comercial que exploten es la ganancia que obtienen los comerciantes y se ha observado que en la venta de ropa usada tienen un beneficio de hasta el 50 por ciento y en alimentos generalmente un negocio recupera inversión de inmediato y puede incrementar el 100% y así proporcionalmente.
Las autoridades municipales hacen este estudio sacando promedios sobre el costo, la cantidad de comensales que ven llegar a los puestos de comida y demás giros, pero también sobre los productos que venden en canasta y en los cuales la inversión es mínima y los ingresos de esos ambulantes se triplican regularmente.
Precio por kilo, horas y días de trabajo, descarga, traslado y venta, son los criterios que se calificaron para sacar los cálculos, siempre tomando la referencia que los mismos vendedores dan y así se obtuvieron los aproximados en los padrones de locatarios y ambulantes.
Este monto en millones de pesos se calcula como venta promedio en general, pero hay meses como mayo o diciembre, la temporada de juguetes, en que las ventas tienen altos porcentajes, dependiendo también del giro comercial y el producto de temporada, añadió la funcionaria.
Una mujer que lleva en su canasta pambazos y se mete a ofrecerlos en el Centro Histórico vende cada uno hasta en ocho pesos o menos, en dos horas burlando a la autoridad fácilmente gana 400 pesos, sólo por citar este ejemplo, donde no invierte más de 100 pesos, “vale la pena el riesgo de que sean sorprendidos y amonestados, después no comprenden que tenemos la obligación de ordenarlos y ellos de respetar… yo digo que para ser respetable hay que ser respetuoso”, finalizó Angélica López Abad.

