

De la redacción
El Buen Tono
Orizaba.- A cinco meses de concluir su tercer periodo al frente del ayuntamiento, la administración municipal de Juan Manuel Diez Francos exhibe una marcada desigualdad en el trato a los diferentes sectores de la ciudad. Mientras en el centro histórico se renuevan banquetas que ni siquiera presentan daños visibles, en colonias del norte orizabeño las calles lucen abandonadas, deterioradas y sin atención básica.
En un recorrido realizado por diario El Buen Tono por el Norte de la ciudad, se detectó el estado crítico de vialidades como la Segunda Privada de Norte 2, donde las calles están completamente cuarteadas, los accesos a viviendas están totalmente desechos y no hay indicios de que el Municipio planee intervenir.
Para los vecinos de esta zona, la diferencia entre las llamadas “banquetas de primera” y las “banquetas del olvido” es más que evidente.
En contraste, en la calle Real del centro de la ciudad, el gobierno municipal emprendió la rehabilitación de banquetas en perfecto estado, priorizando nuevamente el embellecimiento turístico por encima de las necesidades básicas de los habitantes.
Esto ocurre en una zona donde ya se había realizado una obra de mejora apenas en 2012, lo cual generó molestia entre los ciudadanos de la periferia.
“Para los amigos y para el turismo, sí hay dinero. Para nosotros, ni una rampa o un trazo de banqueta”, expresó una vecina de la colonia El Espinal El Alto, donde varias calles siguen siendo de tierra y muchas ni siquiera cuentan con banquetas.
La desigualdad urbana también se refleja en los espacios públicos.
Mientras una glorieta luce una figura alusiva al propio presidente municipal, en otra apenas quedan las huellas de lo que fue una palmera que fue talada sin explicación.
