Córdoba.- Decepciona a la Iglesia el comportamiento del Mando Único. Luego de que vigilantes privados detuvieran infraganti a un ladrón en el interior de la Catedral y lo entregaran a los policías, estos aseguraron que “saldrá rápido”, lo que provocó el enojo del sacerdote Lázaro Prado Evangelista, quien expresó: “es lamentable que la autoridad sólo actúe cuando ve a la gente muerta”.
Según su versión, durante la mañana del jueves se registró el tercer intento de robo en el interior de la parroquia: un sujeto arrebató a una feligresa su bolso con pertenencias personales. Al ser detenido por los vigilantes privados, el sujeto fue puesto a disposición de los elementos de la Policía Estatal, que arribaron al lugar tras el llamado del personal administrativo de la Iglesia.
Aunque en el lugar permanecía la agraviada y se tenían evidencias del hecho delictivo, según el sacerdote, la respuesta de los policías fue: “Va a salir pronto, es que no lo encontramos en el acto… se van a tardar más en poner la denuncia, que en lo que lo dejemos libre”.
La actitud de los elementos causó la sorpresa del párroco, pues afirmó no haber entendido cuál es el trabajo de los policías, quienes actuaron de esta forma, aun cuando se presentó de forma directa a un delincuente.
El presbítero señaló que ante los comentarios de los policías, se le insistió a la agraviada que interpusiera la denuncia, a fin de dar seguimiento al caso.
Pero lamentó que la falta de aplicación puntual de la Ley origine que la población esté tomando la seguridad en sus manos.
Sostuvo que es urgente que se revisen los términos legales actuales, a fin de que se apliquen las sanciones y reglamentos vigentes.
Esto evitará propagar un mensaje de violencia y agresividad, como sucedió en Fortín de las Flores y en Cuitláhuac, donde se registraron intentos
de linchamiento.
“Seria lamentable que la gente tome justicia por su propia mano porque se va a caer en un ambiente de violencia, por eso es necesario que se apliquen los reglamentos vigentes y que se les hagan del conocimiento a los policías”, dijo.
De forma rutinaria existen cuatro personas que colaboran con la seguridad dentro de la Catedral y se espera contar el apoyo de 10 feligreses más para redoblar la vigilancia.
Aunque la administración de la iglesia tiene identificados a los dos primeros ladrones, cree que pudieran tener relación con algunos vendedores ambulantes que ingresan al templo. Ya que se ha detectado que al momento de ser sorprendidos, o en actitud sospechosa, se refugian con ellos o son acompañados
por los mismos.
Yessica MartÌnez Arguelles
El Buen Tono
