


CÓRDOBA.- Automovilistas y transportistas que quieren ingresar a Orizaba por la autopista Veracruz-México deben de lidiar con un caos vehicular de hasta ocho kilómetros y una espera de hasta tres horas.
La obra de remodelación de la autopista en el tramo Córdoba-Orizaba provoca molestia entre los usuarios y pérdidas económicas horas-hombre para el transporte de carga.
Aunado a eso, la falta de vigilancia, —sobre todo por la noche—, también ha hecho de este tramo una guarida para los delincuentes, quienes aprovechan el tránsito para robar.
Hasta el momento, las cámaras empresariales de la zona Córdoba-Orizaba únicamente se lamentan por el tiempo perdido, sin embargo, ningún líder empresarial ha tomado la batuta y ha exigido al Gobierno agilizar los trabajos o, una mejor opción, pedirle que deje de cobrar la cuota en este tramo.
A esta demanda, tampoco los alcaldes de la región se han manifestado, pese a la afectación directa que estos retrasos provocan para su municipios, pues si algún turista está interesado en pasear por sus ciudades, el caos vial los desalienta.
La reparación de la autopista fue planeada desde el 28 de mayo de este año, la cual duraría alrededor de dos años, sin embargo, la situación se ha tornado problemática para los automovilistas de esta ciudad y los municipios vecinos, debido a la pérdida de tiempo que lleva transitar por la autopista, además de la inseguridad.


