


AGENCIA
Ciudad de México.- En un hecho que generó críticas e ironías dentro y fuera del recinto legislativo, el diputado morenista Roberto Domínguez fue sorprendido participando en una sesión virtual desde un avión en pleno vuelo, durante la reunión de las Comisiones Unidas de Salud y Seguridad Social de la Cámara de Diputados.
El incidente ocurrió cuando el legislador encendió su micrófono, y los altavoces de cabina del avión comenzaron a sonar, dejando en evidencia que no se encontraba en territorio nacional ni en un lugar apropiado para atender asuntos legislativos.
La situación generó burlas inmediatas por parte de otros diputados presentes en la sesión. Uno de ellos, entre risas, preguntó: “¿Ya van rumbo a Europa?”, “¿Van a Tokio?”, en clara alusión al reciente viaje de Andrés “Andy” Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, quien ha sido señalado por múltiples viajes al extranjero.
Críticas por uso de recursos públicos
Las reacciones no se limitaron a la burla. Una diputada pidió que el dinero destinado a boletos de avión de los legisladores fuera redirigido a causas urgentes, como la compra de medicamentos para niños con cáncer. Otro legislador agregó: “Ya les gustó viajar mucho”, cuestionando la frecuencia de los traslados internacionales de miembros del partido guinda.
Este episodio ocurre en medio de un contexto en el que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha insistido en la necesidad de mantener la austeridad republicana, uno de los principios centrales de la llamada Cuarta Transformación.
Legisladores de la 4T bajo la lupa
Además del caso de Andy López Beltrán, otros políticos de Morena como Ricardo Monreal, Mario Delgado y Enrique Vázquez han sido señalados por sus constantes visitas a países europeos, lo que ha despertado suspicacias sobre el uso de recursos públicos y la congruencia con los postulados de su propio movimiento.
Hasta el momento, el diputado Domínguez no ha emitido una postura pública sobre lo ocurrido. El incidente, sin embargo, vuelve a poner sobre la mesa el debate en torno a los privilegios, el uso de recursos y la coherencia en la práctica del poder por parte de los representantes populares.
Los morenos y los primores viajan y se mal viajan con los recursos públicos o privados, que son ilícitos y mal habidos, derivados del presupuesto de los impuestos que pagamos los mexicanos, de los “moches” y de los diezmos. ¡Viva la corrupción!
Los “servidores públicos” han devenido en casta parasitaria, alejada del pueblo ocupando cargos no para transformar las estructuras del capitalismo mexicano, sino para gozar de los privilegios del Estado burgués: Viajes, lujos, y un cinismo descarado que ofende la memoria.
¡Y de dicen diferentes estos vagos e ineptos, solo lo que están haciendo a México es destrozarlo!


