Por: Andrés Timoteo
Hay dos noticias que no son sucias, pero sí “puercas” porque tienen que ver con Los Porkys, la banda de juniors pederastas que operaba en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y que en enero de 2015 violaron tumultuariamente a una jovencita menor de edad. Protegidos por el entonces gobernador Javier Duarte, esos delincuentes gozaron de un año de impunidad y pretendieron seguir sin ser imputados, pero el caso fue ventilado en la prensa en el 2016 generando una indignación internacional.
Dos de ellos están presos: Enrique Capitaine Marín, hijo del expresidente municipal de Nautla, Felipe Capitaine y Diego Cruz Alonso, quien huyó a España y durante varios meses estuvo prófugo hasta que en junio de 2016 fue detenido y se le extraditó en enero del año pasado. Pues bien, ayer el Juzgado Tercero de Primera Instancia en el distrito judicial de Veracruz negó el amparo a uno de ellos, Capitaine Marín, contra la formal prisión -ahora se le llama ‘vinculación a proceso’-.
La titular del mismo, Marisol Barajas, consideró que hay elementos suficientes para imputar al junior como uno de los responsables del ataque sexual contra la joven, en ese entonces menor de edad, y hay algo muy valioso que hizo la juzgadora: retirar el valor probatorio a un examen sicológico del Porky presentado por la defensa, el cual además de ser a modo también pretendía que se entendiera la acusación de la víctima como “un invento” al establecer que Capitaine Marín es “un joven con excelente calidad humana, educativa y familiar”.
Por esas características, certificadas por un médico pagado por sus padres, se consideraba que el acusado no podría haber participado nunca en esa violación tumultuaria, la cual sólo estaba en la mente de la joven denunciante. ¡Vaya! a ese grado de bajeza llegan los progenitores irresponsables con tal de evitar que el hijo pague por sus delitos. Bien por la juez Barajas.
La segunda noticia “puerca” -aunque buena para la sociedad- es que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó atraer la revisión del amparo otorgado por el juez Anuar González Hemadi a otro de Los Porkys, Diego Cruz Alonso y ordenó que sea Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal el que resuelva la controversia, no el colegio de ministros.
La historia de ese amparo en revisión también es bastante puerca, pues hay que recordar que en marzo del 2017, el juez local, González Hemadi concedió dicha protección judicial, la cual consta en el expediente 159/2017, bajo el argumento de que aunque Cruz Alonso si bien por la fuerza alzó la falda e introdujo los dedos en la vagina de la víctima, nunca tuvo la intención de copular y por lo tanto no hay delito existente. Claro, ese ‘Juez Porky’ fue destituido del cargo, y el amparo se recurrió ante los tribunales federales. Ahora se esperará que sea el tribunal colegiado el que resuelva y –como se espera- niegue el amparo a ese pederasta.
Ahora, las preguntas “puercas” que se desprenden de este caso son: ¿por qué no han detenido al tercer Porky, Jorge Cotaita Cabrales, quien desde el 2016 está prófugo y se ha dicho incluso que permanece escondido en uno de los domicilios del padre sin que nadie haga algo para comprobarlo? y ¿Por qué no se ha reiniciado el proceso contra el cuarto Porky, Gerardo Rodríguez Acosta, a quien la Fiscalía no quiso imputar judicialmente?
Y la última duda, también bastante “puerca” y que debe tenerse siempre en cuenta para que el caso no se olvide y los delincuentes se salgan con la suya es: ¿Y Los Porkys del Casino Español de Córdoba para cuándo serán detenidos y presentados ante la justicia? Pasó el 2017 y esos juniors tuvieron un año más de impunidad y la pesquisa es inexistente, pese a que la población cordobesa está en peligro con esos juniors violadores que andan en libertad.
DOBLE DESAPARICIÓN
Los datos son de miedo. Según lo expuesto por la diputada local y periodista, Josefina Gamboa, la cifra de personas desaparecidas en la última década en Veracruz podrían superar los 15 mil. ¿Dónde están, quienes son, por qué no se les ha buscado y por qué no se les ha encontrado? Parte de la respuesta a éstos cuestionamientos es porque en los últimos dos sexenios de la fidelidad- se ocultaron las cifras o ni quiera iniciaron los procesos judiciales por la ausencia de esos veracruzanos.
Es por ello que en la Fiscalía General sólo hay un registro de 3 mil 600 casos, la cuarta parte de la cantidad citada por la Legisladora, quien hasta la fecha es la única integrante del Congreso Local que ha acompañado, hombro a hombro, a los colectivos de familiares que buscan a sus desaparecidos. Pero el horror no se termina, pues Gamboa Torales dijo algo que retrata al Gobierno de Duarte de Ochoa: “La administración anterior, desapareció, incluso, a los desaparecidos”.
Es decir, el Gobierno pasado tuvo un comportamiento similar al de las dictaduras más salvajes de América Latina, porque quiso borrar todo rastro de los desaparecidos, despojándolos de una existencia jurídica al negarse a integrar los expedientes para acreditar que fueron plagiados o “desaparecidos” y desentenderse de la obligación de buscarlos y castigar a sus captores. Tal fue la doble desaparición perpetrada desde instancias gubernamentales.
Y la diputada Gamboa tal vez se quedó corta en esos datos, pues ya en el 2017 durante la Jornada Nacional de Lucha por las Víctimas de Terrorismo del Estado se había manejado la misma cifra de 15 mil desaparecidos, sólo durante el sexenio de Duarte de Ochoa, entonces falta de contar a las personas ausentes en el sexenio del innombrable y las que van de este bienio que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares.
Por cierto, la actual Fiscalía General del Estado, que encabeza el inefable Jorge Winckler, no se comporta tan diferente en el tema de los desaparecidos. La última polémica, registrada esta semana, lo comprueba. Los colectivos de familiares de personas desaparecidas planearon desde hace varias semanas la visita de un grupo de expertos forenses provenientes de Guatemala, para colaborar en el proceso de localización e identificación de restos humanos en las fosas de Colinas de Santa Fe, al Norte de la ciudad de Veracruz.
Al llegar el día de labores -el pasado lunes- todos estuvieron listos menos el trascabo para remover la tierra. Los científicos extranjeros, los funcionarios de la Fiscalía y de la PGR así como los activistas quedaron inmovilizados porque al fiscal especial de Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas, Eduardo Coronel Gamboa, le importó un comino la diligencia. No contrató ninguna máquina y ni siquiera tuvo la atención de avisar a los interesados.
No es la primera vez que el palurdo funcionario muestra la indiferencia hacia quienes buscan a sus seres queridos que están ausentes, hay que recordar que apenas llevaba unos meses en el cargo cuando dejó plantados a varios colectivos, pues estaba en la francachela en un bar xalapeño. En el momento en que lo apuraron por la cita desairada soltó impúdico: “¿y cuál es la prisa, si están desaparecidos?”. ¡Vaya tipo!
Buscando arreglar este nuevo brete, su jefe, Jorge Winckler -entre catetos te veas, por eso se entienden bien esos dos- sólo envió maquinaria al día siguiente y exigió a los médicos guatemaltecos que emitieran un comunicado exculpando a la Fiscalía de las críticas hechas por los colectivos, pero no ofreció una disculpa ni pidió comprensión por el incumplimiento de Coronel Gamboa.
Para variar, el tal Coronel también ha dilatado procedimientos legales, pues teme represalias de los grupos delictivos si se aboca a buscar a los desaparecidos, según comentan sus allegados, por lo que prefiere obstaculizar la documentación de los casos y dejar que el tiempo canse a los buscadores. ¡Vaya! Se ve que el tipo nunca ha perdido un ser querido ni le conmueven los testimonios de quienes pasan por ese calvario. ¿Qué hace cobrando del erario sí no trabaja? ¿Y el Congreso Local por qué no interviene en esa anomalía grave? Alguien debe ponerle un alto a los palurdos.
LA BUENA VERDE
Para finalizar, hay una buena noticia verde y es el desistimiento del Gobierno de Francia para construir un mega-aeropuerto en la región Notre-Dame-des-Landes (Nuestra Señora de los Páramos), al Noreste del País. Por casi cincuenta años, pues el proyecto se anunció en 1960, la región estuvo convulsionada por resistencia de las organizaciones ecologistas y campesinas, y los intentos oficiales por someter a los rebeldes-verdes.
La oposición fue por el daño que representaría ese complejo de pistas de aterrizaje, tanto por el despojo de tierras a cientos de labriegos como por la destrucción de manantiales y hábitats de diversas especies de flora y fauna. La cancelación del proyecto aeroportuario es una victoria para los activistas que por cuatro décadas instalaron campamentos de resistencia en la zona y resistieron decenas de operativos de desalojos -incluso en el 2012 un joven de nombre Rémi Fraisse murió durante los enfrentamientos con la Policía-.
Es una de las luchas ambientalistas más largas en el mundo y un ejemplo de que la movilización ciudadana pudo derrotar a los poderosos intereses financieros y políticos. Por cierto, uno de los protagonistas en la defensa de Notre-Dame-des-Landes fue el Partido Verde Francés, el cual a diferencia de otros partidos que en el mundo explotan el apelativo de “Verde” -como en México que es una farsa- siempre estuvo al lado de los ambientalistas y peleando en la Asamblea Nacional por la salvaguarda del medio ambiente con la cancelación del proyecto aeroportuario.
Tal es la buena noticia verde desde Francia para el mundo y cuyo mensaje es que no importa el tiempo de lucha, pues el patrimonio natural lo vale. En México y, concretamente en Veracruz, hay movimientos de muchos años por la defensa de ecosistemas endémicos frente a proyectos voraces y capitalistas, algunos sobreviven -como el rechazo a minas e hidroeléctricas, uno de los pocos casos efectivos está en Amatlán de los Reyes-, pero otros se perdieron en el tiempo como la resistencia a la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde o a la ampliación de la zona portuaria de Veracruz. No hubo suficiente apoyo hacia quienes se lanzaron a la defensa del medio ambiente, que es la defensa de la vida, de todos.
