

CD. DE MÉXICO.- Al menos 200 millones de pesos, destinados al presupuesto de las secretarías de Educación y Salud de Veracruz, desvió el gobernador Javier Duarte de Ochoa para comprar y remodelar un rancho de lujo con caballerizas y suites incluidas, localizado en Valle de Bravo, Estado de México.
De acuerdo con una investigación de la Procuraduría General de la República (PGR), el dinero fue triangulado a través de múltiples “empresas fantasma”.
En una audiencia ante un Juez Federal, la PGR y la Secretaría de Hacienda, presentaron una acusación en la que se identifica a Javier Duarte como “jefe de una estructura criminal”, en la que participaron al menos ocho personas más, diseñada con el fin de lavar dinero público. Las pruebas presentadas por el Ministerio Público y debatidas en una audiencia, fueron consideradas suficientes por el Juez para abrir el juicio contra las dos mujeres detenidas la semana pasada, por sus presuntos vínculos con las “empresas fantasma” de Duarte. La acusación incluye el testimonio de Alfonso Ortega López, un abogado corporativo que confiesa la creación de múltiples empresas fantasma en los últimos cinco años, bajo las órdenes de Javier Duarte y Moisés Mansur. En la acusación de la PGR ante el Juez, obra el testimonio por escrito del abogado Alfonso Ortega López, quien confirmó que la compra de los ejidos fue una simulación para lavar dinero y que lo obtenido fue utilizado entre otras cosas para la adquisición y remodelación de El Rancho Las Mesas, ubicado en Valle de Bravo.
