Agencias
Ciudad de México.- Estados Unidos aún no está listo para reabrir su frontera al ganado mexicano debido a un brote del gusano barrenador del Nuevo Mundo, una plaga que se alimenta de carne viva y que representa una grave amenaza para la industria ganadera estadounidense. La secretaria de Agricultura de EE. UU., Brooke Rollins, señaló que aunque los esfuerzos de México para contener la plaga son satisfactorios, las condiciones aún no permiten autorizar el ingreso de animales.
Durante su visita a México, Rollins se reunió con autoridades locales, incluida la presidenta Claudia Sheinbaum, y destacó los avances en colaboración entre ambos países para frenar la propagación del insecto. “Todavía no estamos en el punto en el que me sienta cómoda abriendo los puertos, pero cada día nos acercamos más”, señaló la funcionaria.
El brote ha generado preocupación en la industria de Texas, donde se estima que la plaga podría causar pérdidas de hasta 1,800 millones de dólares si alcanza el territorio estadounidense. La propagación del gusano barrenador también ha afectado la oferta de ganado, provocando un aumento récord en los precios de la carne y reduciendo los rebaños a niveles mínimos históricos.
Rollins explicó que la plaga se ha detectado en estados mexicanos fronterizos, pero todos los casos han sido controlados y tratados. Las hembras del gusano depositan huevos en heridas del ganado, y sus larvas penetran en la carne, lo que puede resultar letal para los animales si no se atiende a tiempo.
Además, la funcionaria estadounidense alertó sobre el contrabando de ganado desde Centroamérica, que facilita la propagación de la plaga. Señaló que México ha implementado nuevas medidas de vigilancia y puestos de control para frenar este comercio ilícito y proteger la sanidad del rebaño.
Rollins enfatizó que la reapertura de la frontera no dependerá de la presión económica ni de los altos precios de la carne, sino de la garantía de que los riesgos sanitarios estén controlados. “Nunca podemos comprometer la seguridad del rebaño por el costo. Abrir prematuramente podría generar pérdidas aún mayores si la plaga ingresa a EE. UU.”, concluyó.
Con esta postura, Estados Unidos busca proteger su industria ganadera y evitar un desastre económico mientras México refuerza sus esfuerzos para contener el gusano barrenador y garantizar un comercio seguro.


