CDMX.- Tuvieron que ser los mismos pobladores que con sus manos y herramientas pusieran el ejemplo a las autoridades corruptas de este Estado, y quienes durante tres días recuperaron las Cascadas de Agua Azul.
Qué verguenza para el Gobierno de Chiapas y autoridades federales, quienes habían dicho que el estudio costaría 2 millones de pesos y dado un plazo de hasta 20 días para desarrollar una estrategia que permitiera recuperar el cauce del río, pero los campesinos decidieron no esperar y se organizaron para iniciar los trabajos.
El burocratismo del Gobierno y el empeño por recuperar de los ejidatarios el segundo punto turístico en importancia de aquel Estado fue noticia internacional. En días pasados el flujo de agua que abastece el lugar se vio disminuido hasta casi dejar seca la cascada principal.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Comisión Nacional de Aguas Naturales Protegidas (Conanp) y de Protección Civil de Chiapas, determinaron que un deslizamiento de piedras y tierra crearon un borde que desvió el afluente a un río secundario, además de que había un agrietamiento que estaba filtrando el agua al subsuelo, producto del terremoto del 7 de septiembre.
Ante la situación, los ejidatarios, indígenas tseltales y pobladores que viven del turismo y comercio local, la cual se vio afectada, empezaron por cuenta propia el desazolve del río desde el pasado domingo.
