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‘El Chayo’ era quien mandaba

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México, D.F.- Quien fuera el máximo líder del cártel de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno El Chayo, abatido el pasado 9 de marzo, mantenía un férreo control entre funcionarios, políticos y comerciantes de Michoacán.

El narcotraficante los llamaba a “El Cerro” con el fin de establecer los cobros de cuota que los gobiernos debían entregar a la organización criminal y, además, acordar la protección oficial que se les daba a los Templarios.

De acuerdo con información del diario Reforma, los funcionarios no lo pensaban dos veces cuando eran llamados y no tenían opción; si hacían caso omiso, amanecían ejecutados.

Un exfuncionario de Morelia relató al periódico que en “El Cerro” los servidores públicos eran regañados, advertidos o cooptados.

Las citas se realizaban en un rancho propiedad de El Chayo conocido como La Fortaleza de Annunaki, con una extensión de siete hectáreas, ubicado cerca de Guanajuatillo, Apatzingán.

Legisladores, alcaldes, regidores, síndicos, colaboradores de los ayuntamientos y funcionarios del Palacio de Gobierno acudían al sitio, según testigos.

Pero también iban a “El Cerro” carniceros, tortilleros, taxistas, fayuqueros, restauranteros, fruteros, limoneros y narcomenudistas, detalla el diario.

El Chayo se limitaba a enviar a sus mensajeros para que sus instrucciones llegaran a su destino cuando el asunto no era trascendente.

Incluso, destaca Reforma, mandos policiacos brindaron a El Chayo información sobre operaciones federales.

En las reuniones participaban el jefe de plaza del municipio a tratar, así como otros líderes de Los Caballeros Templarios tales como Servando Gómez La Tuta y Enrique Kike Plancarte, los principales brazos ejecutores de El Chayo.

La Fortaleza no tenía grandes sistemas de seguridad pues El Chayo confiaba en la protección que le daban las autoridades.

 

Agencia

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