AGENCIA
EEUU.- El Día de Muertos, una de las celebraciones más arraigadas en la identidad mexicana, continúa uniendo a comunidades dentro y fuera del país, incluso frente a las políticas antimigratorias que amenazan con empañar las festividades de este año en Estados Unidos.
Para millones de migrantes mexicanos, la tradición de honrar a los seres queridos fallecidos trasciende fronteras. A través de altares, gastronomía y rituales, nuestros paisanos mantienen vivo el vínculo con su tierra, aunque ahora enfrentan un entorno hostil marcado por los discursos del expresidente Donald Trump y las posibles redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La tensión creció luego de que Trump publicara en su red social Truth Social una imagen generada con inteligencia artificial que mostraba a Chicago en llamas junto a la frase: “Adoro el olor de las deportaciones por la mañana. Chicago está por descubrir por qué es llamado el Departamento de Guerra”. El mensaje, cargado de violencia simbólica, ha generado temor entre las comunidades latinas en ciudades santuario como Illinois y California.
En Long Beach, California, las amenazas derivaron en la cancelación del tradicional Desfile de Día de Muertos. Mary Zendejas, del ayuntamiento local, explicó que la decisión se tomó ante “los temores genuinos que surgen en los miembros de la comunidad, especialmente en aquellos que puedan enfrentar la posibilidad de acciones federales repentinas e inmediatas”.
A pesar de ello, la celebración no se apaga. En Nueva York, Times Square luce catrinas monumentales creadas por artistas mexicanos y chicanos, entre ellos Emiliano Sánchez, de Atlixco, Puebla. Sus obras, descritas por Newsweek como guardianes culturales que fusionan simbolismos prehispánicos con la catrina moderna, se exhiben del 27 de octubre al 2 de noviembre como un símbolo de resistencia cultural.
En Texas, el festival Spirit Season de San Antonio celebra el Día de Muertos durante más de un mes, con altares, procesiones, conciertos y el Muertos Mercado, donde se ofrecen artesanías y productos mexicanos. Mientras tanto, en Nueva York, la organización Flatiron NoMad Partnership impulsa actividades culturales, exposiciones y un altar comunitario en las calles, buscando celebrar la tradición y fortalecer el sentido de comunidad.
James Mettham, presidente de la organización, explicó: “Al tejer esta celebración en los espacios públicos de Flatiron y NoMad, estamos creando un lugar donde el arte, la narración y la comunidad se unen, enriqueciendo el barrio para que todos disfruten”.
En Los Ángeles, el Gloria Molina Grand Park mantiene viva la tradición con una exposición de ofrendas y una Noche de los Muertos que rinde homenaje a las raíces migrantes. La artista Consuelo G. Flores señaló que cada altar refleja “historias de tragedia, resiliencia, fortaleza, amor y esperanza; respuestas sinceras a los desafíos que enfrentamos hoy”.
Desde las redes sociales, los connacionales también celebran. En Chicago, Isabel, residente del barrio de Pilsen, compartió una ofrenda comunitaria dedicada a más de 400 personas y 40 mascotas. “Las personas mueren cuando son olvidadas. La ofrenda es una forma de recordarlos y mantener sus memorias vivas”, expresó en entrevista para Choose Chicago.
Entre miedo y resistencia, el Día de Muertos se reafirma como un acto de amor y memoria, pero también de identidad y dignidad. En cada altar levantado al norte del Río Bravo, los migrantes mexicanos demuestran que ninguna política ni frontera puede apagar la luz del cempasúchil ni borrar la huella cultural que une a los vivos con sus muertos.


