POR: Edgar Hernández*/ COLUMNISTA
De siempre, para la realpolitik, lo más importante, lo prioritario para un gobernante, era disponer de un equipo de colaboradores fuerte, talentoso, con experiencia, personalidad, lealtad y entrega total.
En su tema, cada uno estaba obligado a saber más que el Mandatario para que en la toma de decisiones, directamente proporcional al destino de millones de ciudadanos, se acertara en el reclamo de justicia social.
Sin embargo, los nuevos tiempos, acaso la alternancia registrada que se empezó a suceder en 1997 y a nivel República en el 2000, han dado al traste con esa vocación.
En Veracruz, que llega tarde a esa voluntad democrática, algo está sucediendo en este ocaso del 2016, luego del sorpresivo triunfo electoral de Miguel Ángel Yunes Linares.
Es una extraña metamorfosis, acaso resultante de la desgracia que nos hereda la docena trágica (a alguien hay que echarle la culpa). Y es que de pronto, a partir del pasado primero de diciembre, se empezó a rechazar, en automático, todo lo construido.
Se inició la reconstrucción haciendo tabla rasa en señalada consigna de desprecio y renuncia: “ni perdón, ni olvido”.
Para los “nuevos” todo el aparato está corrupto, inservible y obligado a empezar de cero.
Bien por las buenas intenciones, de ellas está empedrado el camino al infierno. Bien por los actores convocados para actuar con energía, pero mal, que mal para los millones de veracruzanos que a unos cuantos días de la entronización del nuevo Gobierno, observamos el desbarajuste, la impericia y la arrogancia de los “vencedores”.
De pena ajena el espectáculo escenificado por Rogelio Franco y Sara Ladrón.
El primero por presumir y ostentar un título de licenciado, sin cédula profesional, entregado por la UV días antes de tomar posesión de la Secretaría de Gobierno y la segunda, la rectora de tan prestigiada universidad por no aclarar si es o no “patito” el certificado que lo acredita como “Licenciado en Derecho”.
De ser cierto y del todo legítimo el título de Franco, el desgaste político lo hace insostenible en la segunda posición político-administrativa más importante después de Miguel Ángel Yunes Linares.
En otro sentido, imparable la cascada de cuestionamientos contra un “licenciado”, Jorge Winkler, quien con magra experiencia profesional, ausente de prestigio entre sus pares, con título de “Licenciado en Derecho” de apenas dos años atrás, sin cédula profesional y de paso oriundo de Oaxaca –como Flavino Ríos- es propuesto como Fiscal General de Veracruz.
De llegar, la Fiscalía transitará de una desgracia a otra.
Y es que con el que huyó, Luis Angel Bravo Contreras, Veracruz vivió el peor genocidio de su historia en el marco de una persistente violación a los Derechos Humanos.
Acaso 7 mil, tal vez 9 mil y hay quien habla de 15 mil desaparecidos –tal como lo cita la diputada Maryjose Gamboa- como para que ahora la ciudadanía resista la llegada de un novato que ni siquiera reúne los requisitos mínimos para ocupar tan elevado cargo.
Eso sin considerar que en política no sólo hay que ser, sino parecer. Poco gustó a la opinión pública que el señor Winkler apareciera arrodillado “grabando” para el Facebook a su “jefe” Yunes Linares.
Y de ahí pa´bajo.
Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, bajo sospecha por el desvío de 12 millones de pesos cuando fue alcalde de Tantoyuca. La denuncia ante el MP fue perdonada por Fidel Herrera o más bien ajustada a nueve millones de pesos. El testimonial está ahí radicado en el Congreso del Estado. En la página digital se puede consultar.
Es el mismo caso de Pedro Manterola, exalcalde de Martínez de la Torre y exdiputado federal por el mismo distrito, hoy subsecretario de Gobierno, con un tema de 24 millones de pesos cuando fue edil. Este amigo también recibió el perdón de Fidel.
Se entiende que todos tenemos nuestra historia y que no hay político químicamente puro, sin embargo, como decía el “General de los Hombres Libres”, César Augusto Sandino, hay que ser generosos en la victoria.
No se entiende cómo el equipo de transición llegó a las oficinas de Gobierno como en el viejo Oeste, pateando puertas y dando manotazos; obligando al personal de confianza a firmar sus renuncias.
No se puede actuar como un tal Raúl Martínez, un inexperto en medios electrónicos, nombrado Director General de RTV, la herramienta de comunicación más importante del Gobierno, insultando a medio mundo, echando pestes contra los que se fueron y amenazando hasta el personal sindicalizado con despedirlo.
Y no puede ser que al de las fotocopias de la vieja Procuraduría, al que apodaban el “Abogado Cruz” que en los últimos meses se entregó a la causa del Partido Acción Nacional, haya sido nombrado Director General del Registro Civil.
Cuántas historias de despotismo, malos tratos y amenazas–de las cuales seguramente no está enterado el señor Yunes Linares- se han contado en las últimas semanas.
Es la comidilla del día.
La preocupación de estos días es, en efecto, porque no se sabe si habrá o no aguinaldo, pero ésta se acrecienta, ya que cientos de familia dejaron de recibir este diciembre el salario de sus padres, hijos, hermanos o hermanas que se quedaron sin empleo, acusados y señalados en muchos casos, de ser “aviadores” sin serlo.
Ese es el entramado en donde han salido a relucir historias como la de Enrique Pérez, flamante secretario de Educación, a quien se relaciona con la primera fuga de “El Chapo” Guzmán.
En la víspera ha sido cuestionado asimismo Jaime Téllez Marié, nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública por sus vínculos criminales. Para asombro de propios y extraños, hace unos días una acreditada columnista veracruzana reveló su ominoso pasado poniendo en tela de juicio la decisión del Gobernador.
¿Es qué Julen Rementería del Puerto, no tiene llenadera?.. Deja la diputación para ocupar la cartera de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública y eso que por años fue enemigo jurado de Miguel Ángel Yunes.
Elías Assad Danini fue de los primeros en ser nombrado como Coordinador General de Comunicación Social. Su novatez le impide ver que llegó la hora de enviar su primer boletín de prensa. Los medios pareciera que en el presente poco importan. No son invitados a nada.
Bienvenidos gentes de alto prestigio como Manuel Muñoz Ganem, José Luis Lagunes López, María de los Ángeles Ortiz Hernández, directora del Instituto Veracruzano del Deporte y María Laura García Beltrán, directora del DIF.
Muy congratulados con el arribo del luchador social Hilario Barcelata Chávez, director del IPE, así como gente de la talla de Uriel Flores, subsecretario de Educación.
Qué pena por otros que no cumplen con el rigor que exige el cambio. Químicos en áreas de Protección Civil, grillos panistas y perredistas en Educación, electricistas en temas de Salud, violinistas en Tránsito y aberraciones como las sucedidas en el CEM. Es increíble el cese de galenos, especialistas de toda una vida que nada tienen que ver con las empresas “fantasma” ni con Javier Duarte.
Pero como en todo, seguramente habrá de sacudirse el árbol para que caigan las manzanas podridas. El ciudadano Gobernador no tiene un pelo de tonto y seguro descubrirá el entuerto de sus segundones y medias cucharas que andan muy sobrados.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de