


En medio de la violencia que ha golpeado a Culiacán, Sinaloa, una historia conmovió a miles de usuarios en redes sociales. Un perro callejero, conocido por los vecinos como el Negro, se ganó el corazón de la comunidad al quedarse durante días afuera de un local clandestino, esperando a su dueño, quien fue asesinado en un ataque armado ocurrido el pasado 18 de julio.
El establecimiento, que funcionaba como un minicasino en la zona centro, fue escenario de una agresión que dejó dos heridos y dos muertos. Uno de los fallecidos era el dueño del perro. Tras la clausura del sitio y el retiro de los cuerpos, el “lomito” permaneció firme, recostado en la banqueta, sin entender que su mejor amigo ya no saldría.
Su lealtad inquebrantable le valió el apodo de “el Hachiko de Culiacán”, en referencia al icónico perro japonés que esperó por años a su dueño fallecido en la estación de trenes de Shibuya, y cuya estatua es hoy un símbolo de fidelidad en Tokio.
Las imágenes del Negro esperando con tristeza se viralizaron rápidamente en redes sociales, generando empatía, tristeza y admiración. La historia tocó tantas fibras que una organización de protección animal decidió intervenir. Afortunadamente, este lunes, el can fue rescatado para recibir atención médica. Según los reportes, no opuso resistencia y su estado de salud es delicado, aunque se espera su recuperación.
En un entorno muchas veces marcado por la indiferencia y la violencia, historias como la del Negro recuerdan que aún existen actos de amor y lealtad verdaderos. Ahora, el “Hachiko de Culiacán” está en buenas manos, y muchos esperan que pronto encuentre un nuevo hogar lleno del cariño que merece.


