De la redacción
El Buen Tono
Londres se prepara para recibir una de las piezas más codiciadas del arte mundial: el legendario Huevo de Invierno, creación de la Casa Fabergé encargada en 1913 por el zar Nicolás II para su madre, la emperatriz María Fiódorovna. Tallado en cristal de roca y decorado con más de 4 mil 500 diamantes, se estima que su precio podría superar los 2 millones de dólares (unos 450 millones de pesos mexicanos).
Considerado una joya de excepcional complejidad técnica, esta pieza formó parte de los célebres huevos imperiales rusos, de los cuales solo 43 existen actualmente. Tras la Revolución de 1917, fue confiscado, vendido y perdido durante décadas hasta su redescubrimiento en 1994. Desde entonces ha aparecido en subastas de alto perfil, alcanzando récords históricos para su tiempo.
Expertos de Christie’s y del Museo Fabergé destacan que, más allá de su opulencia, el Huevo de Invierno representa un hito por la técnica y el saber hacer que encierra. La subasta de este martes promete captar la atención de coleccionistas de Estados Unidos, Europa y Oriente Medio, consolidándose como uno de los eventos más importantes del mercado del arte en 2025.


