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EL MINUTERO

Superiberia

Andrés Timoteo
Columnista

DÍA 75: RASTREO DE CONTACTOS
Pareciera un juego de realidad virtual como, por ejemplo, ese de cazar pokemones desde un teléfono móvil, pero ya es una estrategia en la vida real para tratar de seguirle la pista al temible Coronavirus. Francia será el quinto país del orbe en aplicar la tecnología digital para ubicar a personas contagiadas por la gripe y monitorear sus desplazamientos e interacciones con otras, ya sean sanas o enfermas.
 Esta semana -mañana y el jueves- se discutirá en la Asamblea Nacional y el Senado el proyecto llamado “StopCovid” al cual la Comisión Nacional de informática y de las Libertades (CNIL) acaba de dar su aprobación tras largas semanas de estudio y con la deducción de que su utilización no atenta contra las garantías básicas de reserva de identidad ni movimiento de quienes lo utilicen. 
De ser aprobada por los legisladores, esta aplicación será liberada por el gobierno francés el próximo fin de semana a fin de que los usuarios de la telefonía móvil la descarguen y permitan el monitoreo sanitario desde la web. La plataforma, según la CNIL encriptará la información esencial del usuario como nombre, dirección, edad y número telefónico y en cambio las autoridades accederán a sus datos médicos, su ubicación, sus desplazamientos y sus contactos. 
Básicamente consiste en que el usuario proporcione información a la App sobre su estado de salud o sospechas de que enfermó del Coronavirus, entonces por la misma vía o por teléfono es contactado por personal del Ministerio de Salud para programar una visita personalizada o convocarlo a una prueba clínica. Una vez confirmado que es portador del COVID-19, entonces se le incluye en el catálogo “COVID+” asignándole una clave y se rastrean sus movimientos y su interacción con otras personas. Claro, las que posean un smartphone y hayan también descargado dicha aplicación, obviamente.
 Eso a nivel monitoreo institucional y, a nivel individual, la aplicación utiliza el sistema Bluetooth de cada aparato para identificar a las personas contagiadas que estén cerca -a todas se les indica visualmente con un punto rojo- y alertar al usuario para que tenga precaución y viceversa, a la vez informará a las autoridades si hay aglomeración de portadores del virus en determinadas áreas. Teóricamente, en tiempo real se sabrá la ubicación y el desplazamiento de la ‘masa infectada’, lo que permitirá conocer los distritos, calles y barrios más saturados. 
Antes de Francia, en Singapur, Corea del Sur, Nueva Zelanda e Irlanda se comenzó a usar dicha plataforma que también ha servido para vigilar a la población durante el desconfinamiento y localizar puntos de alto contagio. De acuerdo con los científicos, la aplicación también será de gran utilidad cuando llegue la vacuna contra el Coronavirus para llevar un control de las personas inmunizadas o pendientes de vacunación.
 La contraparte de esta tecnología es que no funciona sola, necesita de la intervención humana tanto del usuario que acepte descargarla y proporcionar sus datos como del personal sanitario que haga contacto con éste. Habrá quienes no quieran descargar el StopCovid en sus teléfonos y ahí se genera un “hoyo” informativo y de monitoreo si la persona es portadora del virus.
 Además, sólo 45 de los 67 millones de habitantes en Francia son usuarios de la telefonía celular o tienen un smartphone, pues todavía muchos utilizan dispositivos análogos de comunicación básica. Por lo mismo, se espera que esta aplicación tenga un grado aceptable de eficacia en los centros urbanos y poca efectividad en zonas rurales. Esto sin contar con el riesgo -pues no hay nivel absoluto de seguridad- de que la información personal pueda parar en manos ajenas si hay un hackeo al sistema.
 
EL TAPABOCAS
Es un accesorio sanitario y simbólico. Primero se le vio con recelo porque era una señal de alguien enfermo, pero luego devino en un signo de protección y responsabilidad. El cubrebocas o mascarilla tiene doble propósito: cuidar y cuidarse, pues es la barrera elemental para atajar la propagación de secreciones corporales que son portadoras del virus pandémico.
 Y como no hay plazo que no se llegue y el martes el subsecretario de Salud de México, el mentiroso Hugo López Gatell informó que será obligatorio el uso de mascarillas bajo el alegato de la “nueva normalidad”. El gobierno adoptó al cubrebocas a regañadientes porque el mismo subsecretario en todo este tiempo se negó a portar el cubrebocas a pesar de que era el encargado de las medidas sanitarias.
 En México, la mascarilla es la derrota moral de las estampillas religiosas de López Obrador. Es, en sí, un tapabocas para los negacionistas de palacio nacional. Obviamente, otro cantar será que esta orden tardía de usar mascarillas sea obedecida por la población Vaya, si el confinamiento y la distancia social no se cumplieron, ¿a poco creen que el uso de la mascarilla se acatará a cabalidad?
 En Veracruz ni el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, usa mascarilla a pesar de que ha interactuado con grupos de personas o visitado centros hospitalarios -bueno, la versión es que los anuncios hechos desde algunos nosocomios son en realidad escenarios montados y pregrabados-. Su nivel de irresponsabilidad es total. Y en el plano lexicológico, administrativo y político ellos necesitan urgentemente un tapabocas -para que no hablen-.
 Por cierto, los negacionistas van perdiendo la batalla. En Ecuador, la concejala -el equivalente a regidora- del municipio de Manta, Violeta Ávila falleció a causa del Coronavirus. Semanas antes, desmintió la gravedad de la gripe, el Coronavirus “no es mortal”, dijo y llamó a la población a no gastar en mascarillas y ocupar el dinero en comprar naranjas, limones y maracuyá pues la Vitamina C combate el COVID-19. La sepultaron 20 días después de su llamado a despreciar el uso de mascarillas.
 En Chechenia, el presidente de hierro, la mano dura que combate a todo y resiste todo, Ramzan Kadirov está hospitalizado. Hace días lo trasladaron de urgencia a un nosocomio de alta especialidad de Moscú, Rusia, a causa del Coronavirus. Nunca quiso usar mascarilla alegando que “eso es para mariquitas”. Negó siempre la gravedad del virus y decía que se curaba bebiendo té de ajo criollo con vodka. Hoy, ese vociferante que se autodefine como el ‘macho alfa-lomo plateado’ de su país está intubado. El destino también distribuye ‘tapabocas’ entre los pretensiosos.
 
LA PEOR DE TODAS
Se equivocaron todos los que pensaban que no habría legislaturas locales tan indignas, llena de analfabetas y cuasi delictivas como las que se tuvieron en el fidelato, el duartismo y el yunismo. La presente se afana en ser la peor de todas porque no sólo ha incurrido en pifias sino en la violación adrede del marco jurídico para sacar adelante proyectos que interesan al Ejecutivo estatal, además de las prácticas ya conocidas -y que los morenistas dijeron que nunca usarían- como el soborno para comprar votos de la “oposición”.
 Tan sólo en la última sesión polémica para una reforma electoral que quitó la mitad de presupuesto a los partidos políticos, desapareció los consejos electorales municipales y busca blindar al gobernante en turno para que no se someta a la revocación de mandato, se habrían pagado entre dos y cinco millones de pesos a los diputados ajenos a Morena para su voto a favor, aunque algunas versiones aseguran que fueron hasta 12 millones de pesos.
 Pues bien, ahora los integrantes del Congreso Local están por pasar a la historia como los primeros que impondrán, por segunda ocasión, a un personaje ligado familiarmente con miembros del crimen organizado al frente de la Fiscalía General de Justicia. En septiembre nombraron a Verónica Hernández Giadáns como encargada de la dependencia pese a que es prima de Guadalupe Hernández Herviz, apodada “La Jefa”, operadora de un grupo delictivo.
 En aquella ocasión tal vez -y sólo tal vez- los diputados no sabían del peligroso lazo familiar que se conoció públicamente hasta enero de este año cuando ella misma se los confirmó durante su comparecencia en la glosa del informe gubernamental, pero ahora todos son conscientes de ello y aún con eso, la mayoría de Morena y sus aliados están prestos a ratificar a la funcionaria. El proceso de selección con 21 participantes es mera simulación, además de estar viciado jurídicamente de origen.
 Más allá de los pobres resultados que Hernández Giadáns ha dado en estos ocho meses al frente de la FGJE -no han bajado los delitos de alto impacto, continúa la impunidad y los delincuentes se pasean libremente por todos lados hasta repartiendo despensas a plena luz del día-, sus marcadas taras en preparación jurídica, experiencia judicial e incluso en expresión oral -su entrevista con los diputados es de pena ajena-, el peligro para todos los veracruzanos son sus ligas personalísimas con gente criminal.
 A pesar de lo anterior, todo apunta a que la ratificarán en el cargo. Los legisladores que sesionarían este jueves quedarán marcados por investir a un ‘narco-fiscal’ en una entidad martirizada por el crimen organizado y que lidera cifra de muertos, desaparecidos y fosas clandestinas. Por eso los diputados serán juzgados por la opinión pública y por la historia.
 Empero, Hernández Giadáns seguramente seguirá la suerte de sus dos antecesores -Luis Ángel Bravo y Jorge Winckler- pues no durará mucho en el cargo. Las elecciones intermedias del 2021 que renovarán el Congreso Local vendrán a acomodar las cosas y ante el inminente descalabro de Morena que perdería la mayoría en el Poder Legislativo, por allá de noviembre o diciembre de año próximo será destituida con la exigencia de que sea llevada a los tribunales. Posiblemente también termine huyendo como sus predecesores. Al tiempo.

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