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EL MINUTERO

Superiberia

PERDEDORES  VENGATIVOS

Como nunca, en diversos municipios se extienden los ‘conflictos postelectorales’ en perjuicio de la ciudadanía, aunque no se trata del embrollo tradicional entre los candidatos a las alcaldías que reclaman supuestas victorias o impugnan posibles derrotas y en el que los mediadores son las instancias comiciales o los tribunales. No, en esta ocasión los protagonistas son los presidentes municipales salientes cuyo partido fue derrotado en las urnas y ahora están cobrando venganza contra los votantes.

Hay cuatro ejemplos de ediles que tras el fracaso electoral de junio pasado se quitaron las máscara de “buenos gobernantes”, se han echado a la holgazanería, el despilfarro y las vendettas contra su pueblo. En Fortín de las Flores, Coscomatepec, Medellín de Bravo y Tlacotalpan hay alcaldes muy enojados y vengativos que prácticamente ya abandonaron sus ayuntamientos antes de tiempo.

En dichos lugares la opinión pública apunta a que Antonio Mansur Oviedo, Serafín González Saavedra, Hipólito Deschamps y Christian Romero Pérez, de plano solo están ocupados en “arreglar” los libros contables para tratar de simular sus desfalcos y en ver qué se pueden robar antes de que se agote el cuatrienio. Lo demás, la gobernaza y los servicios municipales son un desastre.

La Limpia Pública y la Atención Ciudadana, son los principales instrumentos para desquitarse de los ciudadanos. Las urbes están literalmente convertidas en muladares porque adrede se ha relajado o en algunos casos parado la recolección de basura. A los lugareños los inundan de basura por no haber votado a favor de los candidatos oficiales y aquellos ciudadanos que se presentan en el ayuntamiento a reclamar o a realizar cualquier otro trámite, principalmente que requiere una audiencia con los alcaldes les dan un portazo en las narices.

Es más, físicamente esos munícipes hasta dejaron de acudir a las oficinas. ¡Están en franco pataleo! No logran digerir el descalabro electoral que, en la mayoría de esos cuatro casos, significa que su futuro está comprometido porque no conseguirán la impunidad que habían planeado al dejar en la silla municipal a ‘tapaderas’.

El fortinense Mansur Ovideo está emberrinchado porque su candidata-marioneta, exfuncionaria de su administración, la también panista Lilia Torres Rodríguez ‘mordió el polvo’ estrepitosamente frente al morenista Gerardo Rosales Victoria quien ya ha prometido que revisará las cuentas del cuatrienio y si se confirman algún daño patrimonial lo llevará antes los tribunales. Mientras eso sucede, los fortinenses son los los que están pagando los saldos electorales porque son el blanco de la vendetta de este bisoño edil.

Otro panista en las mismas condiciones de ira está en Medellín de Bravo pues Hipólito Deschamps  retornó furioso a la alcaldía luego de que fue derrotado en su pretensión para ser diputado local y culpa a los ciudadanos de su azaroso destino pues su sucesor será el exalcalde priista y que fue el candidato de Morena, Marcos Isleño Andrade, otro que le ha cantado que lo meterá a la cárcel.

El vengativo Deschamps convirtió al centro del poblado, las colonias y los fraccionamientos en muladares pues usa el servicio de Limpia Pública como instrumento de desquite al grado de que ya sus coterráneos lo rebautizaron como el “Ecoloco”. Tan evidente es el karma de este individuo que tampoco ganó el terrablanquense Gabriel Cárdenas, su secretario particular a quien impuso como candidato al por la alianza PAN-PRI-PRD.

Pero en medio de todos los males, los medellinenses ven esto con humor y optimismo poues cuentan divertidos que apenas llegue diciembre, mes de la entrega del ayuntamiento, los dos pondrán ‘pies en polvorosa’. Uno, Cárdenas, correrá a su natal Tierra Blanca y Deschamps a vivir en la Riviera Veracruzana pues nunca habitó el lugar que mal-gobernó. Los lugareños se dicen satisfechos de haber dado un escarmiento electoral al pretencioso edil. Ya falta menos para que se vayan los azules Mansur y Deschamps se oye en la ‘vox populi’.

¿REFUGIADOS

EN EL ALCOHOL?

En Coscomatepec, también en la zona centro, el perredista Serafín González Saavedra está en franco ‘valemadrismo’, cuentan los lugareños. El ayuntamiento es un relajo y en el llamado Pueblo Mágico no quién ponga orden. La última noticia sobre González Saavedra fue su “desaparición”, sí así como se lee, pues nadie sabe de su paradero. Es más, el pasado 4 de octubre que es la fiesta oficial del municipio para conmemorar la llamada Ruptura de Sitio de 1813 realizada por Nicolás Bravo durante la guerra de Independencia, el edil no se presentó al evento oficial.

La versión más socorrida entre los sanjuaneros es que González Saavedra estaba o está ingresado a un centro de desintoxicación etílica porque desde la derrota electoral del 6 de junio, el señor “se tiró a la peda”. O sea, recurre al trago para tratar de olvidar su destino luego de que el candidato de Morena, Adolfo Rivera fue vencido por el abanderado de Movimiento Ciudadano, José Luis Alonso Juárez.

Todo le salió mal a Serafín González -al cual sus propios coterráneos apodan “SeráRuin”- pues el edil maniobró para abortar la alianza PAN-PRD que finalmente fueron separados a la contienda a fin de facilitar el triunfo del morenista -antes priista, panista y de muchos otros partidos- Rivera, apodado “El Kilométrico” pero no lo consiguió y por ende tampoco hay seguridad de que su sucesor en la comuna le encubra sus trapacerías.

Finalmente está el caso de Tlacotalpan, que ya no es la Perla del Papaloapan como se le conoce popularmente a esa bella ciudad sino una ‘joya de la chicanada y la simulación”. El presidente municipal saliente, Christian Romero, quien llegó al cargo como “independiente” nunca lo fue pues se hizo un incondicional de la administración morenista estatal y en especial se convirtió en un operador del secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros.

Romero hizo todo lo posible por dejar como sucesor al candidato marrón, Manuel Mortero pero fue derrotado por Luis Medina del Movimiento Ciudadano, y por eso el edil tampoco logra procesar el golpazo electoral y las malas cuentas entregadas a Cisneros Burgos. Sin embargo, de los cuatro casos citados, el futuro inmediato de Romero Pérez es el menos aciago pues él mismo anda divulgando que se incorporará a un cargo en el gobierno estatal y no pisará la prisión si su sucesor le escudriña la tesorería pues tiene la protección de su padrino político Patrocinio Cisneros.

Para acabar, es un caso similar al de la alcaldesa panista de Córdoba, Leticia López Landero, aunque el tlacotalpeño no llegó al extremo de regalarle el patrimonio cultural al secretario de Gobierno como se hizo en la Ciudad de los Treinta Caballeros con la Hacienda San Francisco de Toxpan . Imagínense a la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad en manos de un analfabeta funcional como Cisneros Burgos. Sería el acabose.

Los ciudadanos de Tlacotalpan castigaron en las ánforas electorales al edil quien es adicto a las anabólicos, los carros de lujo y la fanfarronería. Ahora, Romero está volcado al derroche y las fiestas sin fin donde se consume de todo -no solo esteroides para aumentar la musculatura- en vez de gobernar los últimos meses. Al igual que el sanjuanero González Saavedra, el tlacotalpeño Romero se volcó a la francachela permanente desde el 6 de junio como catarsis por el fracaso electoral.

PREMIO A LA RESISTENCIA

Una noticia amable y reconfortante en medio de tanta circunstancia y tantos petulantes es que el comité del Premio Nobel de la Paz decidió otorgar este galardón en el 2021 a dos periodistas, una mujer y un hombre, por vez primera en la historia. María Ressa, de Filipinas, y Dmitry Muratov, de Rusia, recibirán la presea el próximo 10 de diciembre en Oslo, Noruega.

Los dos han desempeñado su quehacer periodístico en un contexto de persecución, intolerancia y hostigamiento judicial desde el poder. Ressa ha sido blanco de ataques de la presidencia que ocupa Rodrigo Duterte un autócrata de ‘horca y cuchillo’, enemigo declarado de la prensa que no lo alaba y lo cuestiona. Aun así, ella ha resistido.

Lo mismo Muratov que lleva años viviendo los ‘días contados’ bajo el mandato de otro autoritario y tremendamente represor como es Vladimir Putin. De milagro no lo han matado como a otros periodistas rusos a los que les ha enviado sicarios para silenciarlos. Los integrantes del Comité de Oslo expusieron, al dar a conocer a los premiados, que ellos al ejercer la libertad de prensa pese al contexto, aportan un bien valioso a la sociedad y por ende son pilares de la democracia y la paz.

Tienen razón y es muy merecido el galardón, pero más que todo para la comunidad eporteril de todo el orbe éste es un premio a la resistencia. No solo en Rusia y en Filipinas hay poderosos intolerantes a la verdad, persecutores de la prensa y asesinos -por acción u por omisión- de periodistas sino que éstos parecieran una plaga mundial.

México y Veracruz mismos son ejemplo de este tipo de personajes que encaramados en el poder oficial se lanzan contra los periodistas, los hostigan y persiguen en el menor de los casos y, en el peor, los exterminan o facilitan las condiciones para que otros lo hagan. Por supuesto que el Premio Nobel para Resay Muratov representa, halaga y hace justicia, aunque sea simbólica, a todos los que se dedican al “oficio más chingón del mundo”, como decía el colombiano Gabriel García Márquez. Enhorabuena para el gremio.

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