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El minutero

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EL BATIDILLO

No se trató de “La Madre de todas las batallas”, como tradicionalmente se le define a contiendas decisorias en el contexto político, aunque si puede considerarse que fue uno de los batidillos históricos. Los azules, tan persignados y espantados, sacaron a relucir no sólo el cobre sino los colmillos y las uñas en los comicios internos celebrados ayer. Chapotearon en el lodazal que antes criticaban y muchos de plano se soltaron la cabellera. De la contienda interna en el panismo tres cosas pueden considerarse espectaculares: las carretadas de dinero que fluyeron para inducir el sufragio de sus miembros activos, la guerra sucia y descalificaciones abiertas –que llegaron a la ofensa- entre los precandidatos y por supuesto, la intromisión externa del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Lo sucedido ayer y en los días anteriores evidenció hasta qué grado está infiltrada la fidelidad en Acción Nacional – pues es sabido que más que el gobierno estatal y el tricolor, el que se metió en el corazón y en el bolsillo de muchos panistas fue el ex gobernante estatal, aquel que no debe ser nombrado- que logró corromper a varios con dos objetivos fundamentales: uno, tratar de cerrarle el paso a la corriente del ex priista Miguel Ángel Yunes Linares, su enemigo jurado y dos, impulsar candidatos endebles en diputaciones y ayuntamientos que faciliten el triunfo a los nominados por el priismo.

Los tres municipios –con sus respetivos distritos- que destacaron en toda la geografía estatal por el batidillo antes señalado son Córdoba, Veracruz y Boca del Río, quizás los centros del jaloneo político más importantes por lo que representan. Córdoba es la tierra natal – al menos así se asegura- del gobernante en turno, bastión que durante muchos años fue azul y que lo recuperó el PRI durante el sexenio de la fidelidad -con las mañas y mapacherías que todos conocen. Es un eje de disputa pues ya el panismo le ganó al PRI la diputación federal en el 2012 y ahora está con amplias posibilidades de repetirle la dosis para los comicios locales.

En el puerto de Veracruz – alcaldía y los dos distritos, el rural y el urbano- así como Boca del Río –Ayuntamiento y diputación-, la lucha fideliana desde la misma trinchera azul fue incesante porque son las plazas más influyentes tanto en el rubro político como el económico, incluso más que Xalapa, que es la capital del estado. En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, las representaciones legislativas de ambos distritos tienen resonancia estatal y nacional pues es la región más populosa del estado pues congrega casi un millón de habitantes. El movimiento económico más fuerte de la entidad se centra en esta parte costera y también es el centro de cobertura mediática.

 

PRIMER ROUND

 

Ayer en el “primer round” de la contienda electoral de este año – de acuerdo a las cifras conocidas hasta anoche cuando se terminó de elaborar este texto- fue derrotada la fidelidad. Es decir, el innombrable y sus los azules fidelistas o “fidepanistas”, como se le quiera llamar, mordieron el polvo pese a la intervención del aparato estatal y presupuesto federal, especialmente de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), a través del programa Oportunidades, para apuntalarlos. En Córdoba y Boca del Río mapaches de la Sedesol que está encabezada por el ex dirigente estatal del PRI y fidelista de uña gruesa, Ranulfo Márquez, fueron sorprendidos recogiendo credenciales de elector a cambio de artículos electrónicos.

En territorio boqueño varios de ellos fueron detenidos por efectivos de la Armada de México el sábado pasado mientras que en Córdoba se exhibieron videos sobre trabajadores estatales repartiendo dádivas y dinero para tratar de asegurar el voto a favor de Mauricio Duck Nuñez. El innombrable fue derrotado en esta primera escaramuza porque no prosperaron sus alfiles en la cancha panista: Duck Núñez en la Ciudad de los Treinta Caballeros, Oscar Lara Hernández en el puerto de Veracruz, Sergio Vaca Archer en Boca del Río. Por cierto, en este último municipio se suscitó una de las anécdotas más difundidas de la jornada electoral con dos lecturas muy peculiares.

Allí, el ex dirigente del Comité Directivo Estatal, Alejandro Vázquez Cuevas se apersonó a respaldar a Vaca Archer, lo que confirmó que el precandidato estaba en la “buena voluntad” del innombrable pues si hay un panista más fidelista en Veracruz, ese es Vázquez Cuevas. Y salta la duda: ¿qué no el famoso Pipo va de candidato plurinominal por el Partido Alternativa Veracruzana (AVE) también propiedad del innombrable?, ¿qué hacía todavía en el PAN? También no tiene desperdicio la lectura sobre el agarrón que se habría dado con Yunes Linares al momento de encontrarse frente a frente en la sede municipal del blanquiazul.

Es todo un caso para la araña pues nadie sabe y nadie supo qué pasó en realidad. Hay tres versiones al respecto. La de Vázquez Cuevas que dice que Yunes Linares lo agredió con un “pechazo” pero lo pudo “contener” aunque iba rodeado de guardaespaldas y que le “echaron montón”. Vaya con Vázquez Cuevas que no aprende pues ya con esta, suman dos veces que Yunes lo zarandea, ya que en las elecciones del 2010 trascendió que lo cacheteó frente a su equipo de campaña cuando descubrió que le pasaba información y trabajaba para el gobierno del innombrable. ¿No sería mejor que le sacara la vuelta para no acumular una tercera o que tome cursos de defensa personal?

Por su lado, Yunes negó tal agresión y se declaró un apóstol de la paz y las bienaventuranzas -como si nadie conociera su carácter rijoso y que no se pelea consigo mismo porque no puede-. La tercera versión se dio en el “bombardeó” en las redes sociales – correo electrónicos y twitter- pero con datos contradictorios pues en unos aseguraron que Yunes Linares lo agredió físicamente, en otro que sus guaruras lo sacaron del lugar y lo “desaparecieron” porque no se le volvió a ver y en un tercero que el agresor fue Miguel Ángel Yunes Márquez, el hijo. Tanto era el apuro de difundir la noticia que ni siquiera armaron bien la trama para que fuera creíble.

Otros municipios donde se presentaron incidentes fueron en Rafael Delgado e Ixhuatlancillo, donde se denunciaron intentos de robo de las urnas electorales y bloqueo de las sedes para la votación. En Poza Rica, Cazones y Actopan los comicios panistas se pospusieron para el domingo 28 de abril también por conflictos internos. En Xalapa no hubo mucho problema pues sólo hubo un precandidato a la alcaldía, Abel Cuevas Melo, ex delegado estatal de Sedesol y cercano al grupo yunista.

La votación fue trámite simbólico y Cuevas se alista a contender por una plaza donde el PAN tiene posibilidades de derrotar al priismo al igual que en Coatzacoalcos donde el único precandidato registrado era Gonzalo Guizar Valladares, ex priista y cercano al mismo Yunes Linares. En global, el clan de los Yunes logró imponerse a la llamada Muralla Azul y colocó a sus abanderados en las alcaldías y diputaciones más importantes. La segunda escaramuza viene ahora en la pelea en la mesa pues muchos fide-panistas han anunciado que impugnarán los resultados en los órganos internos de su partido y en los tribunales – dicen que hay 52 abogados contratados desde el PRI para respaldar a los azules rojizos en tales recursos jurídicos-.

 

SOTTO-VOCE 

 

Mientras tanto en el Revolucionario Institucional a partir de esta semana se realizarán las asambleas distritales para oficializar a los candidatos a las diputaciones y la próxima semana corresponderá a las convecciones municipales, los días 22 y 23 según el calendario propuesto para los abanderados a las presidencias municipales. Aparentemente todo está “planchado” para que esas convenciones sean mero trámite y oficialicen a los llamados “candidatos de unidad”. Sin embargo, las inconformidades por la imposición de aspirantes ya proliferan pese a que la dirigencia estatal ha negado su existencia.

En municipios como Emiliano Zapata, Cardel, Alvarado, Boca del Río, Acayucán, Misantla y Veracruz ha habido manifestaciones de protesta, algunas incluso en eventos de presentación de los propios precandidatos seleccionados desde Xalapa, repudiando la imposición. En otros como Córdoba, Orizaba, Xalapa, Coatzacoalcos, Tuxpan y Poza Rica no han sido pública la inconformidad pero en “sotto voce” –voz baja, dirían los italianos- es una verdad que la base tricolor repudia a tales imposiciones. Ya se logra disciplinar a los inconformes.

Más aún, el pasado fin de semana se confirmó que uno de los aliados del PRI, el Partido Cardenista propiedad del cordobés Antonio Luna Andrade rompió con el pacto y no apoyará a los abanderados oficiales de la coalición “Veracruz para Adelante”. Tal ruptura parece de saliva y es una pataleta de Luna Andrade pues el PC no tiene fuerza estatal y si acaso hará “sudar” a los candidatos en Córdoba si es que se encapricha y moviliza sus huestes en contra. Los observadores aseguran que no sucederá pues el ex regidor se apacigua con que le arrojen un puñado de monedas. Vaya fama, bien ganada.

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