


DESMEMORIADOS
Hoy miércoles se cumplen 12 años del incendio en el mercado Miguel Hidalgo en el puerto de Veracruz que causó la muerte de treinta personas: 28 de ellas calcinadas, entre clientes y comerciantes, además de Iván Gómez Gómez, un joven que murió días después por respirar humo que le quemó los pulmones mientras
ayudaba a rescatar a personas.
Y el niño Oscar Daniel Campos Triana cuyo cadáver nunca fue encontrado en los escombros del
siniestro.
El pequeño Daniel, de entonces de diez años –hoy tendría 22 años- acompañaba a su madre Petra Triana en las compras de fin de año de aquel 2002 cuando quedó atrapado por las llamas.
A Daniel Campos Triana se le conoció como la “víctima número 30” de aquella tragedia aunque su muerte nunca fue reconocida oficialmente por las autoridades. A la fecha sigue en calidad de
“desaparecido”.
Pese a que cada año se celebra una misa en el lugar del siniestro y se colocó una placa con el nombre del jovencito Iván Gómez, el héroe que sacrificó su vida para salvar otras, ninguno de los treinta fallecidos ha sido honrado con la justicia.
La explosión en el mercado Miguel Hidalgo, una de las más dolorosas que se han tenido en la entidad, tiene muchos responsables, por acción y por omisión, y ninguno de ellos ha sido molestado. Todos andan por la calle como si
no debieran nada.
El caso más ominoso es el del exalcalde panista y actual diputado plurinominal del PRI, Ramón Gutiérrez de Velasco cuya responsabilidad no solo es porque en su administración se permitió la venta ilegal de material explosivo porque sus inspectores del área de Comercio recibían sobornos de los comerciantes sino porque hay cosas más
oscuras en ese asunto.
Para empezar siempre se especuló –en base a declaraciones de los comerciantes de la zona que fueron recogidas por la prensa pero que debido al tráfico de influencias nunca prosperaron en las investigaciones judiciales- que fueron los mismos inspectores municipales los que provocaron el incendio.
Tras un altercado con los comerciantes ambulantes por el pago de sobornos, los empleados municipales habrían encendido un cohete y lo arrojaron a uno de los puestos lo que inició una explosión en cadena que se extendió por decenas
de puestos semifijos.
De ser cierto lo que en su momento declararon los vendedores, entonces Gutiérrez de Velasco y sus empleados fueron responsables directos de esas 30 muertes.
Otro asunto apestoso que fue sacado de las pesquisas por influencias políticas fue que Carlos Gutiérrez de Velasco Oliver, padre del entonces edil y exfuncionario estatal, permitía el almacenamiento ilegal de material pirotécnico en bodegas de su propiedad en esa misma zona, adyacentes a los baños públicos El Edén, un lugar ampliamente conocido como sitio donde se ejercía abiertamente la prostitución.
Horas después del siniestro en esas bodegas marcadas con el número 1113, se localizaron dos toneladas de explosivos que eran guardadas clandestinamente.
Gutiérrez de Velasco padre fue protegido por la impunidad y nunca piso la cárcel como tampoco lo hizo su hijo, el alcalde Ramón Gutiérrez sino al contrario, siguió activo en política y tiempo después el PRI lo arropó y obsequió una diputación plurinominal.
Ahora, vaya incoherencia, Gutiérrez de Velasco es el presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el congreso local pese a la cola que arrastra con el asunto del
mercado Miguel Hidalgo.
Ahí anda, dice y declara, señala y debate en el aire sin tener un ápice de autoridad moral y de vergüenza.
De los doce funcionarios municipales que fueron incluidos en investigaciones judiciales, ninguno pisó la cárcel pese a que hubo órdenes de aprehensión giradas en base a los expedientes
23/2003 y 29/2003.
Entre los imputados estaban panistas como Carlos Díaz Mendiola, regidor de Comercio y uno de los operadores de los sobornos a los comerciantes –las ganancias por esos cobros ilegales llegaban hasta la presidencia municipal-, los directores de Comercio, Carlos Camacho Carvajal –incondicional de Gutiérrez de Velasco-, de Fiscalización, Roberto Velasquez Vinay y la de Comercio irregular, Yari Garduza, quien incluso en la administración municipal siguiente fue premiada
con una regiduría.
Otro asunto insultante que se recuerda de esa tragedia fue la expresión frívola e irresponsable del entonces gobernador Miguel Alemán Velasco que se negó a interrumpir sus vacaciones de fin de año en el extranjero para venir a atender la tragedia y cuando un reportero de una televisora le preguntó el motivo de su negativa para regresar por el incendio impúdicamente respondió “Porque no soy bombero”. Con esa indolencia ejercía el cargo
Alemán Velasco.
En fin, son muchas anécdotas insultantes e hilos dolorosos que dejó la tragedia del 31 de diciembre del 2012 en el puerto de Veracruz pero lo peor es que las autoridades y la gente misma tiene escasa memoria pues apenas han pasado doce años y ya nadie quiere acordarse de la peligrosidad que es la venta
clandestina de cohetes.
Hoy no solo en el puerto de Veracruz sino en todas las ciudades del estado se venden al por mayor y sin restricción los productos elaborados con pólvora y algunos hasta con dinamita, como los nuevos cohetes de “nueva generación” para que truenen más estrepitosamente.
A las personas que expenden esos productos no les importa arriesgar vidas con tal de hacer negocio y se volvió al tradicional esquema de pagar “mordidas” –sobornos en efectivo- a inspectores y policías para que los dejen vender clandestinamente esos artículos.
Son demasiado desmemoriados, los vendedores, los clientes y las autoridades, pues se mantiene esa espiral de corrupción que puede conducir otra vez a un siniestro como el del mercado Miguel Hidalgo. Parece que no se aprendió nada de aquel doloroso diciembre del 2002.
ZARPAZO DE FIN DE A—O
Antes de que se extinga el 2014, el gobierno estatal y los diputados dieron el último zarpazo a los veracruzanos con las disposiciones que se aprobaron en el congreso local.
Por un lado, del presupuesto fiscal para el año próximo que ejercerá el gobierno estatal -102 mil 574 millones de pesos- al menos 46 mil millones de pesos serán de gasto corriente. ¿Qué significa?, que por ser año electoral parte de esos recursos irán a pagar a las campañas del Revolucionario Institucional.
A la par, se intentó engañar a la opinión pública con la supuesta eliminación del Impuesto sobre la Tenencia o Uso Vehicular (ISTV) anunciado por el gobernante en turno que se tardó cuatro años en cumplir con su promesa de campaña de derogar tal gravamen.
Se dijo que tal medida beneficiará a un millón 640 mil veracruzanos que tienen automotores pero la realidad es que no es eliminación del impuesto sino un subsidio porque el gravamen seguirá vigente, y solo tendrán derecho a ese subsidio aquellos contribuyentes que estén al corriente en sus pagos de todos los impuestos estatales, desde la misma tenencia hasta el predial y agua potable.
El plazo para regularizarse en todos sus impuestos vence este 31 de diciembre, entonces no solo serán las carreras por ponerse al corriente sino vaciar la alcancía con el fin de cubrir todo lo que se debe.
Traducción: al final de cuentas el subsidio de la tenencia beneficiará a un número reducido de contribuyentes y se confirma que el anuncio del mismo solo es un banderazo que tiene como objetivo crear una falsa ilusión con miras a cuestiones electorales del año que inicia.
Los que tengan dinero para ponerse al corriente serán beneficios y a los que no tengan “que se los coma el perro”, como dirían los viejos del pueblo.
En contraparte vendrán más impuestos disfrazados de derechos y cobro de servicios pues las reformas a los códigos financiero, de derechos y administrativo prevén elevar la recaudación con un aumento del 3 por ciento al impuesto de la tenencia vehicular que pagarán aquellos que no logren ponerse al corriente con sus rezagos para beneficiarse del subsidio y se establece el pago de dos verificaciones vehiculares por año. También habrá un nuevo cobro por el derecho de constancias de cumplimiento de obligaciones fiscales por 800 pesos y otro más por ingresar al registro público de contadores
por mil 600 pesos.
Asimismo, el Impuesto a la Nomina Empresarial tendrá un incremento que perjudicará al trabajador porque eso orillará a los empresarios a desaparecer fondos de ahorro bajo el pretexto de cubrir el nuevo aumento además de que hay gravámenes adicionales al hospedaje y
a los sorteos.
Y por si eso no bastará, los diputados autorizaron al gobierno estatal para contratar más deuda pública hasta por un monto de 5 mil millones de pesos.
Así, la deuda pública reconocida oficialmente pasará de 37 mil 823 millones de pesos a 42 mil 823 millones –la no oficial rebasa los 100 mil millones de pesos-
Todo lo anterior es un regalo envenenado que se sumará a las disposiciones municipales también lesivas para los ciudadanos previstas para el 2015.
En Jalapa, por ejemplo, aumentará el impuesto predial y se cobrará gravámenes hasta a los payasos que estén en la vía pública mientras que en Córdoba en el nuevo año se concretará el proyecto de los parquímetros y todo aquel automovilista que quiera estacionarse en el centro histórico tendrá que pagar o buscar un estacionamiento privado.
Es el arañazo de fin de año.
ADI”S AL 2014
Hoy es el último día del 2014.
Un año de acontecimientos terribles que marcaron para siempre a todos.
La violencia imparable y la corrupción indetenible se conjugaron con las autoridades fallidas y la crisis de la clase política con escándalos que indignaron a todos. Sin embargo, también fue un año de cosas buenas que deben ser conservadas como recuerdos amables y como una palanca de esperanza de que vendrán tiempos mejores. Desde la lejana Europa van un abrazo caluroso para todos los lectores, directivos y compañeros de El Buen Tono.
¡Feliz convivio de Nochevieja y que el 2015 traiga bendiciones para todos!.v


