


EL N⁄MERO DOCE
Anoche finalmente se confirmó oficialmente lo que todos temían pero que deducían: el periodista Moisés Sánchez Cerezo fue asesinado por sus plagiarios que lo sustrajeron de su casa el 2 de enero pasado. Duele e indigna la noticia, y también duele e indigna la forma en que actuaron las autoridades estatales en el caso. Desde ayer por la tarde corrió la noticia, filtrada adrede por palacio de gobierno, sobre la localización de un cadáver en el municipio de Manlio Fabio Altamirano que presumiblemente correspondía al del comunicador.
Estaba dentro de bolsas negras y severamente maltratado por la tortura a la que fue sometido. Horas después, el fiscal duartista, Luis Ángel Bravo Contreras hizo oficial la información y señaló a ex integrantes de la desaparecida Policía Intermunicipal Veracruz- Boca del Río (PIVB) que cometieron el homicidio bajo pedido del alcalde panista de Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes.
El edil había amenazado con “darle un susto” al reportero pues le molestaba la información crítica que manejaba en un modesto periódico, “La Unión” y en las redes sociales. Dice el fiscal que solicitarán ante el Congreso local el desafuero del munícipe panista para procesarlo como autor intelectual del crimen. Sí, que lo haga y lo pongan en una prisión pero eso no es suficiente porque el caso está colmado de actitudes omisas e ineficientes por parte del mismo fiscal y de la Secretaría de Seguridad Pública.
No activaron los protocolos de búsqueda inmediatamente después de que un comando armado los sacó de su domicilio en Medellín de Bravo, y dieron tiempo a los plagiarios para asesinarlo. En realidad nunca lo buscaron, tal como lo señaló su hijo de nombre Jorge y dirigentes de la organización Artículo 19 porque la indagatoria integrada era deficiente y la desidia para localizarlo, evidente. Sin embargo la presión nacional e internacional obligó al gobierno de Veracruz a buscar una salida en el asunto.
El alcalde panista Cruz Reyes es el responsable y tendrá que pagar. Desprestigio a todos los que lo intentaron proteger, incluyendo legisladores y dirigentes de Acción Nacional. Vergüenza les debería de dar arropar a un delincuente mata-periodistas. ¿No se le caerá la cara de vergüenza al abogado y exdefensor de causas decentes, Sergio Vaca Betancourt que se desgarró las vestiduras por Cruz Reyes, el José Luis Abarca veracruzano?.
Que lo presenten a tribunales pero también la fiscalía debe dar cuenta por el pésimo desempeño que hizo. En especial no por buscarlo, como se ha expuesto, y por administrar a conveniencia tiempos para exhibir el cadáver pues la versión es que fue localizado desde hace días, guardado en un congelador y “sembrado” en un paraje cuando consideraron oportuno.
Un teatro similar al que el fiscal del estado hizo en Coatzacoalcos, al sur del estado, en el caso de la niña Karime Cruz Reyes plagiada junto con su tía, Mónica Teodora Reyes Baruch, el 7 de julio del año pasado y cuyos cadáveres fueron “sembrados” también 57 días después en el piso de una casa ubicada en una colonia popular. La muerte de ambas se supo desde semanas atrás, sus cuerpos fueron ocultados en congeladores para atrasar el escándalo que afectaría los eventos políticos encabezados por senadores del PRI y PVEM que se realizaban en Boca del Río.
Así, en estos días siniestros se elevó a doce la cifra de reporteros asesinados en Veracruz. La lista negra que distinguirá a la presente administración estatal, fama que perseguirá a todos los funcionarios duartistas para siempre. Las muertes que pesarán en las espaldas de todos los ineficientes que pudieron hacer algo para evitarlas y que se negaron a acercarles justicia. Veracruz se refrendó ayer, con la noticia formal de la muerte de Sánchez Cerezo, como uno de los sitios más peligrosos para ejercer el oficio periodístico.
¿Por qué siguen asesinando y agrediendo a periodistas en Veracruz?. Simple, porque aquí todo aquel que ataca a un reportero no sufrirá consecuencias de nada. La impunidad que prodigan las autoridades conjugada con la ineficacia de los funcionaros es la fórmula perfecta para que cualquiera pueda cometer un crimen sin temor a nada. Si procesan judicialmente al edil panista Cruz Reyes por el homicidio del comunicador será una perla rara en el rosario de ignominias del duartismo.
EL ESPOSO INC”MODO
En temas políticos y en especial sobre las especulaciones que rodean el proceso de selección del abanderado del Partido Acción Nacional (PAN) en el distrito de Córdoba, hay un nuevo dato manejado en columnas periodísticas del puerto de Veracruz que confirma que por asuntos familiares tumbaron del caballo a la a la empresaria Marisol Arroniz de la Huerta, es decir, la obligaron a renunciar a la precandidatura por la diputación federal.
Señalan que fue el fiscal del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, originario de Amatlán de los Reyes pero inmiscuido desde hace tiempo en Córdoba, quien operó directamente la presión para que Arroniz de la Huerta se desistiera de la intención para ingresar a la política y sobre todo por un partido de oposición. “Una llamada (telefónica a la familia Arroniz) para recordarle que hay una orden de aprehensión contra uno de los yernos de apellido Bretón por un asunto de hace quince años”, expone el comentario.
Así, en la fiscalía desempolvaron un antiguo expediente contra el constructor de apellido Bretón, conyugue de la fallida aspirante blanquiazul, y ¡Santo Remedio!: renunció inmediatamente a la precandidatura. De ese tamaño ha de ser el pendiente judicial de su marido. El comentario de columna así lo cita: “(La precandidata) entendió la amenaza, se retiró de la campaña para diputada y la orden (de aprehensión contra su esposo) se fue al archivo. Amén”.
LOS CUATRO IMPRESENTABLES
Al parecer en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ya quedaron definidos los cuatro candidatos a las diputaciones federales en los distritos de Pánuco, Cosoleacaque, Martínez de la Torre y Huatusco, mismas que le fueron cedidas por el PRI en el contexto de la coalición electoral formada para los comicios del mes de julio próximo. Aún cuando van arropados por el PVEM, los elegidos comparten una particularidad, son casi todos panistas arrepentidos y muy deficientes en su desempeño público y algunos son hijos de caciques locales.
Por Pánuco será el actual acalde del lugar, Ricardo García Escalante, exdiputado local panista e hijo del actual contralor del estado, Ricardo García Guzmán que lo premiarán pese a que lleva meses sin pararse en el municipio que gobierna, como lo denunciaron regidores del ayuntamiento. García Escalante fue integrante de la pandilla conocida como “Los Porkis” a la que perteneció el también actual alcalde de Jalapa, Américo Zúñiga, y que en el 2001 asesinaron a golpes al joven Manlio Humberto García Palomeque afuera de un salón de fiestas en el lujoso fraccionamiento Las Animas en Jalapa.
En esta época, “Los Porkis” influyentes como García Escalante y Zuñiga Martínez fueron protegidos para no ir a la cárcel. Hoy son alcaldes y pretenden seguir en cargos públicos gestionados por sus papis. A su vez, por Cosoleacaque, va el exalcalde del mismo lugar, Cirilo Vázquez Parisi, exdiputado panista e hijo del pistolero famoso, Cirilo Vázquez Lagunes que en las décadas de los setenta y ochentas sembró el terror en todo el sur del estado. La diputación por ese distrito se la heredará su hermano, Ponciano Vázquez Parisi, quien tiene licencia y hoy está convertido en presidente municipal del mismo pueblo. O sea, nada más se turnan los cargos.
Por Martínez de la Torre será postulado el exoficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Edgar Spinoso Carrera, señalado de amasar una fortuna personal con dinero público y quien hace meses fue destituido en medio de señalamientos de corrupción. Se le atribuye haber “desaparecido” 5 mil millones de pesos enviados para la federación con el fin de ocuparlos en programas para mejorar la calidad de la educación. Bajo el manto de la impunidad brindada por palacio de gobierno, hoy Spinoso se perfila para ser diputado federal del PRI.
La perla de la corona de esas cuatro candidaturas es el exalcalde panista de Huatusco y actual diputado local, Miguel Ángel Sedas Castro que ahora buscará ser legislador federal pese a que en el tiempo que lleva en la curul del congreso del estado nunca ha pasado a hacer uso de la tribuna parlamentaria ni ha presentado una iniciativa ni ha hecho nada. Está considerado entre los cinco diputados más improductivos de la actual legislatura estatal. Los otros son los priístas Edgar Díaz Fuentes y Gabriela Arango Gibb, el panista Carlos Gabriel Fuentes Urrutia, la perredista, Ana María Condado Escamilla y el legislador del PVEM, Juan Cruz Elvira.
Estos señores son parásitos, solo van a calentar el asiento para cobrar entre salarios, bonos y prestaciones cerca de 250 mil pesos mensuales, según han denunciado los mismos legisladores resentidos en el congreso local. El perezoso Sedas Castro se dice listo para dar el brinco chapulinesco hacia la legislatura federal y pronto regresará al distrito de Huatusco para volver a engañar a los electores para que lo sigan manteniendo.


