EL MALQUERIDO
En política no se castiga el pecado sino el escándalo y ahora el alcalde priísta de Fortín de las Flores Armel Cid de León Díez está envuelto en uno grande.
Macho con genes de gorila, el edil le propinó una salvaje golpiza a una mujer con la que sostiene una relación extramarital al grado de dejarle el rostro deformado por los hematomas.
No era la primera vez que lo hacía en los seis años de relación sentimental, según relató la víctima, pero en esta ocasión fue brutal: la tomó de los cabellos y la azotó contra la palanca de velocidades y la guantera de la camioneta en que viajaban.
Después la bajó de la unidad y en plena noche la dejó abandonada a un costado de la carretera Huatusco-Fortín de las Flores pues regresaban de una fiesta en la llamada Tierra de las Chicatanas del 22 de enero pasado.
Sin embargo, minutos después el edil regresó al mismo lugar –al parecer consideró que dejar abandonada a esa hora a una mujer causaría un problema mayor- y le ordenó que se subiera a la camioneta pero como la joven se negó y continuó sentada en el suelo, lleno de furia se bajó de la unidad y la agarró a patadas.
Sin misericordia le asentó puntapiés en el estomago y en la espalda para después tomarla de nueva cuenta de los cabellos, la levantó y la azotó contra la camioneta obligándola a subir, de acuerdo al relato contenido en la indagatoria que está contenida en el expediente 243/2015 de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Familia en Córdoba.
Hoy, dos semanas después el mundo se le viene encima a Armel Cid de León porque el gobierno estatal no puede sostener a un individuo que propina una golpiza a una mujer y pretende hacer como si nada hubiera pasado.
La noche del miércoles el gobierno estatal reaccionó y a través del más persignado del gabinete, el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza, llamó al alcalde fortinense a solicitar licencia para que enfrente la querella sin la protección del cargo edilicio.
Veladamente le advirtió que de no hacerlo podría proceder el desafuero. Es lo menos que pueden hacer. ¿Cómo tolerar a un presidente municipal que golpea brutalmente a una mujer?. No podían mantenerse en silencio
ante tal desparpajo.
Claro, no es que en el gobierno estatal estén preocupados por los derechos de las féminas o que sean apóstoles de la no violencia
contra la mujer.
No. Lo que incomodó es el repudio de la opinión pública desatado luego de que esta casa editorial, El Buen Tono, dio la primicia sobre la agresión cometida por Armel Cid de León contra una mujer –los otros medios callaron a conveniencia y solo después de que ya no se pudo sostener el silencio amable, tuvieron que tocar el tema-.
Es verdad que el que el señor Cid de León tenga asuntos románticos fuera de su matrimonio compete a su vida privada. No se tocaría por ningún motivo si no hubiera existido la denuncia de la víctima que sufrió de su furia y que decidió hacer pública la
brutal golpiza.
Así, hoy el alcalde fortinense es el mal querido del duartismo, es un edil incómodo porque sus actos de barbarie contribuyen al desprestigio del gobierno estatal y de su partido.
No obstante, ayer en conferencia de prensa el edil se hizo el desentendido. Dijo que no conoce la denuncia en su contra y hasta deslizó que es una campaña en su contra que involucra a la prensa.
El miedo no anda en burro y ya pidió al gobernante estatal y al tricolor que lo proteja de enemigos imaginarios. Dice que él, el gobernador y el PRI tienen “un mismo color natural (sic)” y se queja de que la denuncia en su contra tiene un tinte político.
No cabe duda que el señor es caradura. A la dama la pateó un político, la agredió un hombre con poder oficial.
Por supuesto que el asunto es político y si quiere despolitizarlo pues que se separe del cargo y enfrente la denuncia penal como un ciudadano ordinario,
así de simple.
Por otro lado, lo interesante será la postura final del gobierno estatal: si protege al golpeador de mujeres o si le aplica la ley, dando un ejemplo a todos los funcionarios de que no tolerará agresiones contra las mujeres.
También habrá un juego de fuerzas porque, hasta donde se sabe, el suegro del edil, el empresario fidelista Domingo Muguira, exigirá impunidad para el yerno.
Como se sabe, Muguira ha sido financiador de las campañas priístas desde tiempos de la fidelidad y tiene derecho a cobrarle los favores a quienes despachan en palacio de gobierno. Ya se verá hasta donde se estira la liga.
Pero sea una cosa o sea otra, ahora sí que al magnate Muguira te toco bailar con la más fea porque los dos yernos –el otro es el exacalde de Córdoba, Juan Lavín al que las malas lenguas de doble filo le atribuyen también arranques de boxeador en su hogar-, les salieron unas verdaderas fichas de dominó. ¿No creen?. En fin, nadie sabe para quien trabaja, se ha de estar diciendo el
acaudalado cafetalero.
DOBLE MORAL, DOBLE RASERO
De esta manera, hoy el alcalde de Fortín de las Flores comparte escenario mediático con el edil de Medellín de Bravo, el panista Omar Cruz Reyes, también bajo proceso judicial por haber ordenado el secuestro y asesinato del periodista Moisés
Sánchez Cerezo.
A los dos los ronda el fantasma del desafuero y tal vez la prisión, si es que se cumple la justicia. Ninguno es víctima inocente ni alma de la caridad, ambos tienen cuentas que arreglar con la justicia.
El panista Cruz Reyes, lleva varias semanas sin pararse en el ayuntamiento medellinense. Algunos dicen que de plano ya anda huyendo ante la posibilidad de que lo despojen del fuero constitucional y lo presenten ante un ministerio público con apoyo de la fuerza policiaca.
Sus abogados afirman que no anda en fuga sino “guardado” para evitar que lo detengan a destiempo pues si se configura el delito de delincuencia organizada, la policía federal o naval podría aprehenderlo sin mediar una orden judicial y aun con el fuero que goza a nivel estatal.
Lo cierto es que en este caso el gobierno estatal y los priístas pecan de doble moral. En primer lugar porque Omar Cruz era quizá el alcalde panista más duartista del estado y ahora lo
quieren crucificar.
Y en segundo porque se escandalizan de que el edil lleva varios días sin presentarse al palacio municipal y hasta quieren acelerar el juicio de desafuero alegando la ausencia como agravante como lo dijo ayer el diputado del tricolor, Tonatiuh Pola, que de leyes sabe lo mismo que de física cuántica.
El legislador debería tener cuidado en sus dichos no solo porque son inconsistentes desde el punto de vista legal sino porque podría caerle el escupitajo en la cara -que se acuerde que el mismo gobernante en turno señaló que muchos “escupen al cielo” al criticar de más-, ya que se queja de que Cruz Reyes dejó botado el trabajo edilicio cuando hay varios alcaldes priístas que han hecho lo mismo.
Ahí está el de Pánuco, Ricardo García Escalante –hijo el actual contralor del estado, Ricardo García Guzmán- al que los mismos regidores denunciaron que lleva meses sin poner un pie en el
palacio municipal.
¿Por qué Pola Estrada no dijo algo al respecto y pidió que le iniciaran un juicio para destituirlo?. El exconductor televisivo también calló cuando casi un mes estuvo ausente el alcalde priísta de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, conocido con el apodo de “El Juanelo”, luego de que en agosto del año pasado fue secuestrado y días después encontraron sin vida a su tesorero, Guillermo Pozos Rivera, con quien tuvo diferencias por el manejo de los recursos municipales.
Es más, todos sospechan a sotto voce –en voz baja- que está involucrado en lo que le sucedió al
tesorero municipal.
En Coatepec es del dominio popular que Pérez Moreno anda con malas compañías e incluso, varias semanas después del crimen de Pozos Rivera, el Ejército se presentó en el ayuntamiento para detener a los policías municipales que estuvieron involucrados
en el homicidio.
¿Y El Juanelo?, estuvo escondido durante semanas, no se presentó a trabajar y Tonatiuh Pola no dijo nada. ¿Por qué no pidió un juicio de desafuero por haber abandonado el cargo?, y a un más, ¿por qué no pide que lo investiguen por el crimen de Pozos Rivera?.
El legislador Pola así como otros diputados priístas que hacen fiesta con el caso de Medellín de Bravo tiene tres problemas serios: la lengua muy larga que llegan a pisársela, una doble moral y un doble rasero para repartir
envalentonadas advertencias.
APOLOGÕA A LA VIOLENCIA
Si Veracruz y especialmente la zona centro del estado están sumidos en una espiral de violencia que mantiene aterrorizada a la población porque todos los días hay asesinatos, a diario se sabe de secuestrados y las balaceras son cosa común. Entonces, ¿por qué hacer apología de la violencia y de los grupos que la provocan?.
Es como alabar a quienes tienen arrodillados todos y aplaudir a quienes son los responsables de que el miedo invada todo.
Esto se comenta porque el próximo 14 de febrero se realizará un concierto en la plaza La Concordia de Orizaba con el cantante conocido como El Komander, famoso por interpretar los narco-corridos, por ensalzar el uso de armas, el consumo de droga, la ejecución de personas y otras barbaridades.
¿A quién se le ocurrió tremendo disparate y quién dio autorización para tal espectáculo?. Ese cantante ha sido vetado en muchas partes del país porque sus conciertos no solo son la apología del mal sino han provocado actos delictivos que han puesto en riesgo al
publico asistente.
Es una incongruencia que el Día del Amor y la Amistad se festeje con un cóctel de aplausos a quienes provocan el mal. No cabe duda que para los orizabeños es cierta aquella antigua conseja de que “el que es buey hasta la coyunda lame”.
