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El Patio de la Estrella

Superiberia

 Por: RODOLFO CALDERÓN VIVAR  / columnista

En medio de su lucha contra el Ayuntamiento

El Patio de la Estrella de Córdoba es motivo de un documental histórico antropológico, en medio de su lucha contra el Ayuntamiento panista.

Erigido como un ícono de lucha de ciudadanos que defienden una propiedad vivida por ellos durante más de 80 años, el Patio de la Estrella de Córdoba cumplió un año más de una lucha singular, basada en convertirlo en un espacio cultural y artístico al servicio de los cordobeses, contra la intención del presidente municipal panista, Tomás Ríos Bernal, de convertirlo en una plaza comercial, donde si bien hay un muy pequeño espacio anunciado para exposiciones de un museo, se pretende borrar de un solo tajo lo que le ha dado vida durante más de un Siglo de existencia: Ser un vecindario comunitario, en pleno Centro de la ciudad.

Ahora en disputa en los juzgados, porque han recurrido a la Ley los vecinos que aún viven en dicho patio, ante la amenaza del Gobierno panista por desalojarlos, tras convencer Ríos Bernal a varios de los residentes para que cambiaran su derecho de posesión del lugar histórico, por una pequeña casita de interés social en las afueras de la ciudad de Córdoba; el Patio de la Estrella es un Foro Multicultural donde han desfilado grupos de jazz, rock, concertistas de música clásica, exposiciones de pintura, lectura de poemas, performance teatrales y presentaciones de nuevos libros, auspiciados por los moradores del patio, los que con sus propios recursos quieren hacer valer su derecho de vivir donde nacieron y son poseedores, ante el fallecimiento de los dueños originales, lo que generó una situación de intestado, resuelta de manera sospechosa por conocidos políticos cordobeses.

Motivados por una promesa que les hizo el Alcalde cordobés, una parte de los vecinos decidió presentar un proyecto de habilitación cultural, al estilo del Patio Muñoz de Xalapa. Un espacio donde se generan talleres y diversas manifestaciones artísticas y culturales en la capital del Estado, que ha adquirido renombre a nivel nacional y que es un ejemplo de cómo rehabilitar antiguos patios de vecindad. Sin embargo, el Presidente municipal se desdijo de su promesa y cabildeó para ir desalojando poco a poco a los habitantes. De aquella promesa que hizo quedó sólo la grabación, donde melifluamente expresaba que apoyaría a los que decidieran quedarse a vivir en el Patio de la Estrella y también a sus proyectos que presentaran para la transformación del patio. Era mentira. Su palabra dada puede corroborarse en grabación.

Así fue que surgió el Foro Multicultural El Patio de la Estrella, con eventos culturales que han cumplido un año de organizarse con los propios recursos financieros de los vecinos y el apoyo generoso de varios grupos musicales que simpatizan con la lucha permanente de los habitantes. Todo realizado para hacer posible el proyecto cultural que el Alcalde panista no quiso aceptar. Como respuesta la Administración municipal ha propagado, desde sus oficinas de Comunicación Social, una campaña de difusión en la que se destaca que es hora de rescatar el Patio para sus propios dueños, los cordobeses. Una mentira más que se abona a la integridad personal de Ríos Bernal, pues bien sabe que no hay dueño definido, por eso el pleito legal entre los vecinos y el Ayuntamiento, pero que se convierte en un arma social peligrosa para justificar un desalojo de los vecinos, quienes han vivido ahí casi un Siglo, teniendo a un sector de la opinión pública cordobesa en contra, mediante la campaña tendenciosa de los publirrelacionistas municipales.

Intentos de desalojo y amedrentamientos no han faltado en este enfrentamiento del Gobierno municipal cordobés contra los vecinos del Patio de la Estrella. Lejos de ir a aclarar situaciones y dialogar con los vecinos, Tomás Ríos Bernal no ha vuelto a poner un pie en dicho lugar, pero sí ha enviado a policías, funcionarios municipales y encargados de su área jurídica, que a deshoras de la noche, pero también en el día, han ido a amenazar a los pacíficos moradores del lugar, no importando que ahí vivan personas de edad muy avanzada y niños, sujetos al pánico de las irrupciones de quienes se ostentan como autoridades y los amenazan con desalojarlos.

¿Qué es lo que está detrás de esta gran presión del Alcalde cordobés? Simple y llanamente el afán de enriquecerse de prominentes empresarios cordobeses, donde él está incluido, porque junto con Juan Bueno Torio tienen propiedades colindantes al patio, que subirán aún más de plusvalía cuando se apliquen los recursos federales para transformar el Patio que ya fueron gestionados, dizque para remozarlo con matices culturales. En realidad el trasfondo es edificar una gran plaza comercial de la que hiciera mención el notable empresario cordobés Juan Bueno Lázaro, que poco antes de morir habló de ese gran proyecto que transformaría al Patio de la Estrella como parte de una gran plaza comercial, agregando que lo único histórico ahí eran los paredones, por lo que se tendría que derrumbar todo, incluso su casa anexa a dicho patio. Su deceso impidió que viera realizado su gran proyecto para “beneficiar a Córdoba”.

Recientemente antropólogos e historiadores, conocedores del valor del edificio hicieron un documental sobre el legendario Patio de la Estrella, realizado con entrevistas a sus angustiados moradores, así como revisando el estilo arquitectónico en sus muros, puertas y diversos escenarios del lugar. Lo hallado va más allá de lo manifestado por Juan Bueno Lázaro. No se trata sólo de paredones, sino de estilos de construcciones que conservan la línea de edificaciones del Siglo XVII y XVIII, con adecuaciones del Siglo XIX. Hay un pasado ahí ligado a la esclavitud negra que debe recuperarse, pero más aún, y así lo recalca el arqueólogo del INAH, Fernando Miranda Flores, cuando dice que se debe preservar el uso de vivienda familiar de patio de vecindad que ha tenido el uso del espacio a través del tiempo, porque aunado a lo cultural será un lugar de gran movilidad y actividad, sin espacios muertos, como lo son aquellos sitios que sólo tienen horario de oficina.

Así también son entrevistados promotores culturales, escritores y artistas cordobeses que reconocen cómo los vecinos han logrado un foro cultural al alcance de la población de todas las clases, abierto a la presentación de artistas y creadores como nunca antes se había visto en Córdoba. Alejandro Barrera Guerra, un escritor que presentó ahí su nuevo libro dice: “es un espacio no burocratizado, no sujeto a agendas muy selectas, como otros que hay en la ciudad. Es abierto y popular, donde se expande la cultura y mientras más se expanda mejor”. Elodia Arenales Torresdea, del colectivo “Las Brujas”, que presentaron poesía colectiva también está entusiasmada por este lugar tan céntrico, al alcance de los transeúntes del primer cuadro. Los entrevistados afirmaron estar en disposición de defender ese espacio cultural incluso con sus propios cuerpos, porque lo sienten como algo propio.

Sin embargo, esto no parece interesar a Tomás Ríos que ya tiene su proyecto convenido con inversionistas que no dan la cara. Cuantas veces puede, a nivel de eventos públicos, anuncia que ya está muy cercano el “rescate de este espacio que nos pertenece a los cordobeses”. Su falta de respeto a los valores familiares, a la historia de la ciudad y a su propia palabra, quedarán para siempre registrados en esta disputa encarnecida entre quienes viven en el Patio de la Estrella y un grupo de avorazados empresarios que presionan al Ayuntamiento cordobés para que se inicie la entrada del bulldozer, para tumbar las viviendas y excavar las piedras añosas del legendario sitio.

Gloria Calderón Vivar, quien nació ahí hace 80 años, dice en una parte del documental, que no está en contra de que se remoce el espacio, pero respetando los derechos de quienes han vivido ahí desde tanto tiempo atrás y que quienes fueron los verdaderos dueños, antes de morir, dejaron en posesión del espacio. Lo cual están demandando en su pleito legal contra el Ayuntamiento, que resultó también dueño, de repente, en los últimos siete años. Y quieren que sea un espacio abierto a los cordobeses, donde los creadores de música, de literatura, de pintura, del teatro, de la escultura, de la danza, expongan su talento en jornadas diarias de todos los días en lo que hoy denominan “El Foro Multicultural del Patio de la Estrella”. Todo eso ya lo han hecho realidad ellos, con mucho esfuerzo y tesón, presentando diversos espectáculos.

El arqueólogo Fernando Miranda habla acerca de la importancia de la presencia de los antiguos moradores del Patio de la Estrella, que aún pretenden conservarlo como un patio de vecindad y a la vez foro cultural:

“Quienes pretendan hacer un proyecto y no entiendan esta parte tan sensible, estarán tomando decisiones erróneas. Hay que tener respeto por esos usos y costumbres que también forman parte de la vida de una ciudad”.

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