


Córdoba fue la segunda posibilidad de asentamiento después de Veracruz, para los españoles, por el trazo del camino que iba de la costa a la Ciudad de México.
Nuestra ciudad despertó el interés de la Nobleza Española, pues contaba con agradableclima, aires saludables,tierrafértil, fecundada por aguas corrientes cuyo territorio estaba vestido de montañas, contaba con espaciosos valles, donde abundaban cedros, nogales, aromáticos bálsamos e innumerables especies de árboles robustos, frondosos y de exquisitos colores.
Córdoba se posicionaba como una atractiva opción para la nobleza, a esto se debe la notable presencia de peninsulares y sus tradiciones, como la fiesta de la Virgen de la Covadonga.
En el siglo XVI se atribuye a Treinta Caballeros -hombres de origen español- la fundación de la villa de Córdoba; por Cédula Real, se le concede además el título de villa; por lo que implicaba que la mayoría de la población sería de origen español.
Más adelante, el 21 de Mayo de 1821, un grupo de valientes defendió a la villa del ataque invasor de los franceses. Fue un hecho representativo dado que tres meses después el Teniente Iturbide y el Virrey Español Don Juan de Donojú firmaban los Tratados de Córdoba. Estos tratados precedieron en un mes a la consumación de la Independencia Nacional.
Sin duda Córdoba se vio rodeada de carruajes, envuelta por personajes y hechos históricos, que actualmente hacen de esta ciudad un lugar digno de visitar.

