Ciudad Mendoza.- De la misma forma que Nogales y Maltrata, Mendoza tiene colonias asentadas en áreas de alto riesgo, tal es el caso de la Santa Rosita, donde cada año se registran escurrimientos e inundaciones propiciadas por el impacto del Río Blanco, que hasta el momento no han sido atendidas.
De acuerdo con el Atlas de Riesgo que maneja el Ayuntamiento, éste y otros asentamientos urbanos se permitieron durante administraciones pasadas, que otorgaron la facultad del cambio de uso de suelo para la construcción de viviendas.
“Lo más importante en estos momentos es reubicar y no tocar el río, sin embargo la falta de terrenos obliga a las personas a habitar esas zonas”, manifestó el alcalde René Huerta.
Parte de la colonia El Águila, también enfrenta esta problemática debido a que hay terrenos que están por debajo del nivel del río y cuando se desborda el agua corre hacia las propiedades que están protegidas por bardas perimetrales. En el caso del río La Carbonera, donde la gente busca construir en sus propiedades, las administraciones pasadas han dejado inconcluso el problema y por ello se tiene registro de puntos críticos.
Los alcaldes que padecen esta problemática señalaron que el crecimiento ha sido desmedido, sin control alguno, por lo cual se deben aplicar correctamente las políticas de viviendas, pero en este caso se deja crecer el problema hasta antes de que entrara en vigor la nueva ley de Protección Civil para el Estado.
Lo complicado con este tipo de asentamientos es el riesgo de las familias ante el ingreso de un fenómeno meteorológico y llevarles los servicios básicos.
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