
Fortín.- Desde el desfalco total de más de 38 millones de pesos de la primer cuenta pública 2011 y todavía dos por comprobar, cada funcionario de esta administración municipal ha “jalado” para sus bolsillos recursos públicos a beneficio personal.
El Buen Tono publicó la lista de los diez funcionarios más corruptos de Córdoba, así también hoy damos a conocer los diez funcionarios más corruptos de Fortín y que ahora este municipio es ejemplo de corruptela a nivel nacional.
El primer funcionario que encabeza la lista es indudablemente César Torrecilla Ramos, quién se llenó los bolsillos de dinero cada día de su administración, pero cegado por el dinero, todo se lo gastaba en cuestiones personales, placeres para él y funcionarios que simpatizaban con este personaje, armaba fiestas en locales privados, cerraba los mismos y acompañado de botellas de licor con valor de más de 3 mil pesos y de meretrices, armaba la fiesta una o dos veces por semana; una borrachera de este personaje costaba de 50 mil hasta 200 mil pesos.
El alcalde Torrecilla no fue el único que tomó dinero, pues esto no lo pudo hacer con los que tenían que ver con la salida de recursos, como en su momento el tesorero Rosendo Solís y el contralor Benjamín Gómez Azcona, quienes autorizaban la salida de los cheques a cambio de recibir su tajada, el primero gustaba de irse de vacaciones y el segundo en gastarse todo en los casinos, cosa que aún hace con los recursos que robó y guardó durante el tiempo que estuvo ahí el flamante titular del club Rotario; ambos comparten el segundo sitio.
Otros que tenían que firmar los cheques son el síndico Efrén Lara Martínez y el regidor primero Diego Alberto Mendoza Nava, como los encargados de la comisión de Hacienda, ambos recibieron tratos preferenciales de parte de Torrecilla Ramos y pasaban por sus manos los recursos propios, participaciones y gestiones en las cuales les iban cortando parte del recurso final para situaciones personales, pasando de ser jefe de servicios operativos de Tránsito y líder juvenil del PRI respectivamente a empresarios con más de un auto último modelo.
Eusebio Cabrera Ortega que pocos conocen, es el gran jefe de Limpia Pública actualmente, antes de eso, se encargaba del departamento de asuntos sin importancia pues fue heredado por la administración de Ángel Sánchez Rincón donde estuvo los tres años de esa administración como jefe de Limpia Pública también, es decir, lleva seis años pegado del “pecho“ del Gobierno municipal, sin poder dar solución o mitigar el problema de basura; incluso se atrevió a pedirle trabajo a Armel Cid de León.
Carlos Salas Piedra se fue cuando lo hizo Torrecilla, pasando de ser chofer de un camión de basura, ahora sin pudor se le ve paseando en dos autos de modelo reciente, uno marca Honda y el otro Mistsubishi, viviendo en “Las Villitas” en una casa de 2 millones de pesos, algo que no pudo ganarse con el trabajo devengado al frente de la comisión de agua.
A mitad de la administración, Carlos Junco López se encargó de la misma al suplir a Torrecilla Ramos, siendo “amarrado de las manos” por, en su momento, el Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón y sólo en las obras pudo sacar tajada al aumentar el precio de los materiales, del acarreo y de convenir con empresas constructoras, aprendiendo muy bien el oficio de llenarse los bolsillos con dinero ajeno, comprando una casa de gran plusvalía, todo siendo llevado de manera sigilosa por el mandatario.
Algunos, sabedores de lo que hacían, otros por ingenuidad que después se convirtió en pleno conocimiento de las “maniobras” y aprendieron el arte de robar, son el caso de Ernesto Barragán Name que después de hacerlo en Córdoba, recomendó a Junco falsear actas de cabildo para su propia conveniencia con la esperanza de que le tocase algo.
De la misma forma María Isabel Zamora Martínez “Maritza”; ha logrado permanecer en toda la administración como fiel asistente al alcalde, se llame César o Carlos, haciendo todo lo que se deseaba, incluso firmar y cobrar cheques que no debía, siendo agradecida con un lugar en el sindicato de la Comisión de Agua y Saneamiento de Fortín; otro caso es Guadalupe Gómez Macías “Lupillo” que con Torrecilla se encargaba de cobrar “piso” a todos los tianguistas y con ello satisfacer los gustos de su patrón en mujeres y licor; algo que se acabó a la salida de César Torrecilla, sin embargo, en menor medida sigue cobrando estas “cuotas”.
Muchos caben en esta lista, algunos más corruptos que otros y con más derecho de estar en los primeros lugares, sin embargo, se salvan al ser sólo diez los que se colocan en la lista.
De la RedacciÛn
El Buen Tono
