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El zika es una emergencia de nivel internacional

Superiberia

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GINEBRA.- La Organización Mundial de Salud, declaró que el brote de zika es una emergencia sanitaria internacional, aunque los expertos no están seguros de cuánto es el riesgo de que las mujeres embarazadas que contraen el virus den a luz a bebés con defectos congénitos.

La Agencia de Salud de la ONU, realizó una reunión con su pánel de expertos, para evaluar el estatus de la epidemia.

David Heymann, director del comité, dijo que persisten considerables lagunas en el conocimiento sobre el tema y los problemas que causa, “esta circunstancia extraordinaria desafortunadamente se está convirtiendo en algo ordinario”, expresó.

Añadió que las autoridades de Salud de todos los países deben tomar precauciones por la enfermedad, que se contagia principalmente por picaduras de mosquitos, aunque también se puede transmitir mediante relaciones sexuales.

Ante la ausencia de un tratamiento o de una vacuna eficaz, Heymann dijo que en gran medida es responsabilidad de cada individuo tomar las medidas necesarias, añadiendo que, por ejemplo, la gente en riesgo debe vestirse con mangas largas y usar repelente de insectos.

La OMS destacó que no se sabe exactamente cuánto es el riesgo para las mujeres embarazadas. Aunque se ha comprobado que el zika causa problemas neurológicos en los bebés, el cálculo de riesgo oscila entre 1 por ciento y 30 por ciento. “No tenemos una respuesta definitiva a esa pregunta”, declaró Peter Salama, director de emergencias de la OMS. “El riesgo es relativamente bajo, pero es significativo”.

La OMS hizo notar que Brasil no ha reportado ningún caso confirmado de zika después de las olimpiadas de Río de Janeiro, aunque se realizan estudios para determinar porqué ciertas regiones han registrado un incremento en el nacimiento de bebés con microcefalia.

Un mosquito genético

En la ciudad brasileña de Piracicaba, más de 100 mil mosquitos son liberados todos los días para buscar a sus compañeros, pero no son moscos comunes, fueron diseñados genéticamente por la compañía británica Oxitec con el objetivo de que cada uno de ellos transmita un gen letal a sus descendientes, y así estos no puedan llegar a una edad adulta. En las recientes pruebas realizadas, esta técnica redujo la población de insectos a niveles mayores al 80%.

Ante la propagación del virus, que afecta principalmente a muchos países de América Latina, científicos expertos reconocen que esos mosquitos son necesarios como un nuevo método para reducir contagios, ya que la utilización de insecticidas y la eliminación de agua estancada donde se reproducen no han sido suficientes.

“Después de 30 años de este tipo de lucha, hemos tenido más de dos millones de casos de dengue el año pasado en Brasil”, aseguró Artur Timerman, experto en enfermedades infecciosas de San Pablo.

“Nuevos enfoques son críticamente necesarios”, remarcó, ante la aparición de estos mosquitos diseñados genéticamente.

Según consigna The New York Times, especialistas reconocen que llevará un tiempo encontrar resultados significativos. Mientras que una vacuna contra el zika es poco probable que esté disponible en un corto plazo.

Expertos recomiendan, por ahora, emplear métodos más antiguos para prevenir el contacto con estos insectos, entre ellos, la utilización de repelentes y el uso de mangas largas.

El medio norteamericano indica que otro método que podría usarse es el poderoso pesticida DDT, que está prohibido en muchos países a causa de los daños ecológicos que genera.

El mosquito que transmite el zika, dengue, chikungunya y la fiebre amarilla, es el Aedes Aegypti. Suele reproducirse en recipientes de agua, tales como macetas, latas y llantas.

Los mosquitos genéticamente modificados fueron desarrollados por la compañía británica Oxitec para combatir el dengue. Ahora, trabajarán para reducir la propagación del zika.

Fondos de emergencia

El Gobierno de Barack Obama ha solicitado al Congreso de Estados Unidos más de mil 800 millones de dólares (más de mil 600 millones de euros), en fondos de emergencia, para luchar contra la expansión del virus, según anunciaron en la Casa Blanca. Por el momento, el zika no tiene tratamiento ni una vacuna, aunque los científicos confían en que los recursos y la urgencia actuales permitirán “acelerar” los procesos para tener un remedio antes de lo habitual, que suelen ser entre tres y cinco años.

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