


Coscomatepec.- La familia Hernández se prepara con la venta de fuegos pirotécnicos que elaboran de manera artesanal cada año para esta temporada decembrina; estos artesanos cuentan con el permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para el manejo de la pólvora con la cual trabajan.
Con semanas de antelación, la familia Hernández Flores se prepara para los festejos navideños, procesiones locales que van del día 1 al 12 de diciembre, así como peregrinaciones que salen a lugares como La Villa de Guadalupe o Juquila en Oaxaca, realizando el difícil proceso de mezcla, ración y conformación de los explosivos, así como las estructuras donde se colocan estos “cohetes”.
Aseguran que compran la pólvora en otros estados donde les expiden un permiso para adquirirla, así como ellos mismos cuentan con uno proporcionado por la Sedena, posteriormente, ellos mismos se encargan de hacerlos estallar en las procesiones o los venden solamente a personas que también cuenten con la anuencia para hacerlo.
En un cuarto alejado de fuentes de ignición, así como de corriente eléctrica e incluso apartado de su casa, la pólvora es almacenada como materia prima, así como ya en un producto terminado, esperando salir a la venta durante los próximos días que los harán sonar en el cielo.
Algunas sociedades y personas de manera individual en contra del maltrato animal, están en desacuerdo que se siga haciendo esta práctica, pues consideran que el sonido del explosivo es dañino para los perros y los asusta.
Sin embargo, la familia de “coheteros” asegura que es un empleo que vienen haciendo desde hace años y por varias generaciones, además es parte de la cultura mexicana y más aún en los lugares alejados de las ciudades, por lo que esta tradición, afirman, no debería de perderse.
Mauricio Lainez
El Buen Tono


