Redacción | El Buen Tono
Uruapan, Mich. – El asesinato del alcalde Carlos Manzo, ocurrido la noche del 1 de noviembre durante el Festival de las Velas, generó una ola de condenas internacionales y dejó nuevamente en evidencia la crisis de seguridad que enfrenta el país.
El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, y el subsecretario de Estado, Christopher Landau, lamentaron el crimen y coincidieron en la urgencia de fortalecer la cooperación bilateral para combatir la violencia y el crimen organizado.
“Estamos unidos con México como socios soberanos y amigos, con el firme compromiso de asegurar la justicia y fortalecer la seguridad que nuestras comunidades merecen”, expresó Johnson en un mensaje que, además de condolencias, fue interpretado como un llamado de atención a las autoridades mexicanas.
Por su parte, Landau compartió una fotografía del alcalde con su hijo minutos antes del ataque y escribió: “Que su alma descanse en paz y su memoria inspire una acción pronta y efectiva”. El funcionario subrayó la necesidad de acciones concretas y resultados tangibles en materia de seguridad.
💬 Harfuch reconoce fallas y promete cooperación
Durante una conferencia de prensa este domingo, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, aseguró estar dispuesto a abrir canales de diálogo con el gobierno estadounidense, reconociendo que los recientes hechos “obligan a reforzar la cooperación internacional”.
Harfuch confirmó que Carlos Manzo recibió al menos siete disparos y falleció mientras era atendido en un hospital local. El atacante —abatido por los escoltas— no ha sido identificado, aunque las primeras pesquisas indican que el arma utilizada ya había sido empleada en otros delitos, lo que evidencia la deficiencia en el control de armas y seguimiento criminal.
A pesar de contar con una escolta de 14 elementos de la Guardia Nacional y dos vehículos oficiales, el edil fue atacado en un evento público, lo que vuelve a poner en duda la eficacia de los esquemas de protección a funcionarios amenazados.
⚠️ Un crimen que desnuda la fragilidad institucional
En los últimos meses, Carlos Manzo se había consolidado como una de las voces más firmes contra el crimen organizado. Había exigido mayor coordinación federal para contener la violencia en Michoacán, pero sus advertencias fueron ignoradas por las autoridades, que hoy enfrentan las consecuencias de esa omisión.
El asesinato, ocurrido frente a familias y turistas durante una festividad cultural, refleja el grado de impunidad con el que operan los grupos delictivos, incluso en zonas y eventos que deberían estar bajo resguardo.
La reacción del gobierno estadounidense, que ofreció colaboración inmediata, contrasta con la falta de resultados y respuestas contundentes del gobierno federal mexicano.
🕯️ El crimen de Carlos Manzo no sólo enluta a Uruapan, sino que exhibe la urgencia de replantear la estrategia nacional de seguridad, hoy desbordada por la violencia y la impunidad.


