

MÉXICO.— La inseguridad en el país no sólo afecta al tejido social, también a la economía.
Sólo en el 2013, las empresas que fueron víctimas de la inseguridad y el delito registraron pérdidas equivalentes a los 110 mil millones de pesos, lo que representa 0.66 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al dar a conocer la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2014, el organismo presidido por Eduardo Sojo precisó que el gasto estimado por las unidades económicas en medidas preventivas asciende a 48.9 mil millones de pesos.
Dicho monto tuvo que ser erogado por los dueños de los negocios para cambiar y colocar cerraduras y candados, cambiar puertas y ventanas, instalar alarmas o videocámaras de vigilancia, colocar rejas o bardas, contratar vigilancia o seguridad privada y seguros, así como instalar sistemas de protección contra ataques cibernéticos.
Entre pérdidas y gastos, cada empresa tuvo una merma anual de 55 mil 738 pesos en promedio.
No obstante, este promedio fue superado por unidades económicas ubicadas en el Distrito Federal, Estado de México entidad con la mayor concentración de empresas, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Veracruz.
De acuerdo al Inegi, esta encuesta no mide delitos en los que no hay una víctima directa (delitos sin víctima), tales como narcotráfico, delincuencia organizada y lavado de dinero.
Sin embargo, refleja la incidencia de delitos como la extorsión, el fraude, el asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes; el robo hormiga, de mercancía en tránsito, total o parcial de vehículos, así como los daños a las instalaciones como maquinaria y equipo.
De esta forma, el año pasado se generaron 2.5 millones de delitos asociados a 1.3 millones de unidades económicas víctimas. Entre 2011 y 2013 creció la extorsión, el fraude y el robo de mercancía en tránsito. Los que prevalecieron fueron el robo o asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes y el
robo hormiga.
La tasa de víctimas por cada 10 mil unidades económicas a nivel nacional fue de tres mil 363, pero en el periodo del 2011-2013 el número de empresas afectadas aumentó 31.2 por ciento en Guerrero, 6.9 en Jalisco, 31.7 en Michoacán, 3.2 por ciento en Oaxaca, 39 en Puebla, 1.3 en Tlaxcala, 5.3 en Veracruz y 10.7 por ciento en Yucatá. El resto de las entidades federativas disminuyó la tasa de delitos cometidos en contra de empresas.
Por grandes sectores, los establecimientos industriales tuvieron mayor concentración del fenómeno delictivo; mientras que por tamaño, las unidades económicas grandes tuvieron mayor frecuencia de victimización.
De la forma en como fueron agredidos los negocios afectados, en 9% hubo casos de violencia física, mientras que en una tercera parte de los delitos, los delincuentes portaban armas.
Empresas no denuncian
La “cifra negra” de los delitos no denunciados por las empresas es alta: Prácticamente nueve de cada 10 ilícitos no son denunciados ante la autoridad por desconfianza, “pérdida de tiempo” y porque no se tienen pruebas del hecho.
El Inegi precisó que “por causas atribuibles a la autoridad se entiende: Por miedo a que lo extorsionaran, pérdida de tiempo, trámites largos y difíciles, desconfianza en la autoridad o por malas experiencias anteriores con la autoridad”.
En efecto, cuando los delitos sí se denunciaron, en 57.4 por ciento de los casos no se inició una averiguación previa, no sucedió nada o no se resolvió la denuncia.
Otra de las razones por las que no se denuncia el delito es la percepción de corrupción en autoridades a cargo de la seguridad pública y nacional, así como la procuración e impartición de justicia.
Datos del Inegi arrojan que 73.5 por ciento de las unidades económicas considera que la Policía de Tránsito es corrupta, seguida de la Policía Preventiva Municipal con 66.2 por ciento.
En lo correspondiente a la percepción sobre la efectividad del trabajo que realizan autoridades encargadas de la seguridad pública, seguridad nacional, procuración e impartición de justicia, 90% de las unidades económicas manifiestan que los elementos de la Secretaría de Marina desempeñan un trabajo “muy efectivo” o “algo efectivo”, seguido del Ejército con un 88.8 por ciento.
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