

Chilpancingo.- Los restos de un sacerdote ugandés que llegó a México como misionero fueron encontrados junto a otros 12 cuerpos en una fosa clandestina en el convulso Guerrero, informó el viernes la diócesis regional.
Los cuerpos fueron extraídos el 29 de octubre de una fosa clandestina aparentemente no relacionada con la búsqueda que mantienen las autoridades para encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos, precisó un portavoz de la diócesis de Chilpancingo, capital de Guerrero, que pidió el anonimato.
“Fueron plenamente identificados los restos del padre John Ssenyondo”, dijo el vocero, quien personalmente acudió con otros sacerdotes de la diócesis al servicio forense para hacer el reconocimiento del ugandés.
La identificación se pudo lograr por la dentista del padre fallecido, que presentó el modelo de sus maxilares.
Ssenyondo, quien aparentemente fue asesinado de un balazo en la cabeza, fue reportado como desaparecido el 30 de abril pasado. Pobladores que atestiguaron el secuestro dijeron que fue interceptado por un grupo armado cuando regresaba de una comunidad rural a donde había acudido a celebrar una misa.
Según el vocero, la fosa con los trece cuerpos fue encontrada por lugareños en la comunidad serrana de Ocotitlán, a más de 200 kilómetros de Iguala. Ninguna autoridad ha confirmado el hallazgo del cuerpo. Un portavoz del servicio médico forense de Chilpancingo confirmó que tienen un cuerpo que fue identificado como Ssenyondo por miembros de la diócesis y a quien se le están haciendo pruebas genéticas para el reconocimiento oficial.
Ssenyondo, de 56 años, había llegado a México hace unos seis años, estableciéndose en Guerrero.
agencias
