Amatlán- El gobernador, indignado, se rehusó a contestar los cuestionamientos de nuestro reportero. Enfadado, el Mandatario estatal, por enésima vez, calló y demostró que quisiera que toda la información publicada fuera a su favor y que destacáramos su figura. En el peor de los casos, preferiría que mejor no informáramos nada.
Ahora resulta que desconoce nuestras amenazas, los ataques en contra de nuestros periodistas e instalaciones, desconoce que hemos sido blanco y víctimas de la delincuencia.
Hasta el momento, Duarte de Ochoa ha sido incapaz de brindar seguridad eficiente al medio, y lo único que ofreció de “protección” fue enviar dos elementos del Mando Único.
Tampoco el Gobernador, el Procurador de Justicia, ni el Secretario de Seguridad Pública y su gente han dado respuestas claras sobre el avance que guarda la investigación.
No hay ningún culpable detenido y sentenciado y siguen las amenazas contra de nuestro periódico, en completa impunidad.
Duarte de Ochoa busca acallar los reclamos de una sociedad que se siente lastimada por la corrupción en su gobierno.
El Buen Tono
