in

Entre el llanto, llegó la salvación

PUBLICIDAD publicidad

Orizaba.- La alarma suena y las educadoras toman a los niños, algunas cargan de a dos, para sacarlos de la guardería y ponerlos a salvo. A unos metros se registra un incendio, pero los niños no tienen porqué ser alarmados, con cantos y llanto comienzan a retirarlos hasta un lugar seguro.

 

Una capa de humo negro se asoma de la casa contigua a la guardería Nenitos, por lo que las empleadas activan el protocolo de Protección Civil, resguardando la vida de      los niños.

 

En estos casos los brazos no sobran y cada trabajador de la estancia infantil y voluntarios hacen su parte para evitar cualquier riesgo que pudieran enfrentar los pequeños.

 

La sala de juegos, la cocina, los dormitorios, todo quedó vacío en cuestión de minutos. Los niños, desde lactantes, maternales y preescolares seguían sin saber lo que sucedía.

 

El sonido de la alarma llama la atención de los vecinos de la calle Madero Norte, los cuales salen a ver lo que sucedía y sin pensarlo dos veces se unen al resguardo de los 83 niños que había.

 

Colchonetas son colocadas afuera en la calle, en una distancia segura, y sobre ellas a los pequeños que aún no pueden ponerse de pie, y otros sobre los porta bebés.

 

El caos, el movimiento de un lado para el otro desata el llanto de los pequeños, que poco a poco es contagiado a los demás niños.

 

Las canciones infantiles no se hacen esperar, mientras las educadoras hacen que los pequeños se tomen de la mano para llevarlos a un salón de fiestas cercano; al fondo, los cuerpos de rescate sofocan el incendio. Después de un rato, al descartarse cualquier peligro los niños son regresados a la guardería, a donde ya había por lo menos un par de madres preguntando por ellos.

CANAL OFICIAL

Choca un ADO 10 lesionados

Error humano