
AGENCIA
CDMX.- La confrontación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente Ernesto Zedillo ha alcanzado un nuevo nivel de tensión, con acusaciones mutuas que reavivan viejos debates sobre la democracia, el autoritarismo y los errores del pasado político del país.
Durante su conferencia matutina del 28 de abril, Sheinbaum pidió públicamente que se investigue a Zedillo y a su familia por presuntos vínculos con el crimen organizado, en respuesta a las duras críticas del exmandatario, quien ha acusado al actual gobierno de “asaltar la democracia” y construir un régimen autoritario.
El detonante más reciente fue un ensayo de Zedillo en Letras Libres y una entrevista en Nexos, donde denunció que el gobierno de López Obrador y ahora Sheinbaum busca controlar el Poder Judicial mediante una reforma que calificó de “farsa”. Señaló que la elección popular de jueces -propuesta clave de la Cuarta Transformación- es una estrategia usada por dictaduras para subordinar la justicia. “En México se murió la democracia”, advirtió.
Sheinbaum respondió con ironía: “¡Ahora resulta que Zedillo es el paladín de la democracia!”, y recordó episodios de su sexenio como la masacre de Acteal, el Fobaproa, y la disolución de la Suprema Corte. Aseguró que el expresidente es ahora “vocero del PRIAN” y forma parte de una élite que busca desacreditar a su gobierno.
El 29 de abril, la presidenta subió el tono al relacionar a Zedillo con una supuesta investigación por nexos con el Cártel de las Metanfetaminas, aunque no ofreció pruebas. También anunció una campaña informativa para exponer públicamente temas como el Fobaproa, la deuda pública heredada y la pensión que, según dijo, el expresidente sigue recibiendo.
Zedillo respondió el 30 de abril con una carta pública, acusando a Sheinbaum de intentar desacreditarlo para no enfrentar las críticas a su administración. Defendió su gestión ante la crisis bancaria y retó a Sheinbaum a detallar el “retiro simulado” de López Obrador, a quien acusó de seguir recibiendo beneficios del erario. También exigió auditorías independientes a los proyectos insignia de la 4T: El Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
El conflicto se remonta a septiembre de 2024, cuando Zedillo criticó la reforma judicial impulsada por el oficialismo. Desde entonces, ha participado en diversos foros donde advirtió que estas reformas pueden socavar la independencia del Poder Judicial y devolver al país a un sistema de partido hegemónico.
Por su parte, Sheinbaum ha defendido su proyecto como un intento por fortalecer la democracia, combatir la corrupción judicial y garantizar que el sistema represente al pueblo. También recordó que si quisiera controlar a la Suprema Corte, habría hecho lo que Zedillo en 1994, cuando reformó la Constitución para designar nuevos ministros.
El enfrentamiento marca uno de los episodios más agudos en la relación entre el actual gobierno y un expresidente, reviviendo temas clave del pasado reciente como la crisis bancaria, las privatizaciones y el papel del Poder Judicial. El debate entre ambos no solo gira en torno a reformas actuales, sino también a la memoria histórica y el modelo de país que México debe seguir.
Solo una pregunta seria: ¿Porque guardar más de 30 años esos audios, motivos, causas o razones? Son muchas las dudas que despierta, tantos años de silencio.
De todos modos ya no se puede hacer nada por el tiempo que ha pasado, estamos en el país donde los expresidentes son INTOCABLES.
¡Lástima que en nuestro gobierno no harán nada contra estas ratas!

