Agencias
Haití.- La situación en Haití se ha tornado extremadamente violenta, dejando al menos 10 muertos en una jornada marcada por el caos. Cerca de 3 mil 600 presos lograron escapar tras el asalto de bandas armadas a la cárcel civil de Puerto Príncipe, representando un alarmante 97% del total de internos, según informó el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos (CADDHO) este domingo.
Tras este ataque, los cadáveres se han dispersado por varios puntos de la capital haitiana, como Lalue, Christ Roi y los alrededores de la Penitenciaría Nacional, donde se han confirmado al menos diez muertos. La noche anterior estuvo marcada por enfrentamientos intensos entre bandas y la Policía, generando una escena de violencia sin precedentes. A pesar de la aparente calma en las primeras horas del día, se teme que el número de víctimas aumente conforme avance la jornada.
La población haitiana vivió momentos de horror durante la noche, con enfrentamientos violentos a las puertas de la prisión civil, la mayor cárcel de Puerto Príncipe. En las redes sociales circulan videos que muestran cómo el líder de la banda Village de Dieu, conocido como Izo, monitorea la situación mediante drones, mientras se teme que el próximo objetivo de estos grupos armados sea el Palacio Nacional.
Las bandas, a través de las redes sociales, han revelado sus planes de tomar el control de las instituciones estatales con el objetivo de derrocar al gobierno. A pesar de la incertidumbre sobre el regreso del primer ministro haitiano, Ariel Henry, después de su participación en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) y un posterior viaje a Kenia, donde trató temas de seguridad, la violencia continúa en aumento.
El acuerdo bilateral firmado entre Kenia y Haití para desplegar un contingente de policías kenianos en respuesta a la creciente inestabilidad en Haití ha evidenciado la gravedad de la situación. La escalada de violencia se produce tras el compromiso del primer ministro de Bahamas, Phillip Davis, de celebrar elecciones en Haití antes del 31 de agosto de 2025, lo que ha agitado aún más la situación en el país caribeño.
